Capítulo 24

12.2K 576 246
                                    


-Es raro, ¿verdad? Las cosas que hay que hacer para... Camila, ¿me estás escuchando?

-¿Qué? -pregunté alzando la vista de mi helado de plátano. -Perdona, me perdí en mis pensamientos.

-Decía que es raro -repitió el chico dando un bocado a su croissant. -Tener que fingir que somos pareja, ya sabes.

-Ni que lo digas -susurré alzando las cejas.

-¿No te sientes mal al mentirle a tus amigas? -preguntó.

-Créeme, no es la primera vez que la industria me obliga a mentirles. Estoy acostumbrada -confesé desganada.

-Pensé que al menos se lo contarías a Lauren, parecéis muy unidas -comentó metiendo el dedo en la yaga. -¿No lo sabe nadie?

-No... bueno, sí: Ally. Pero no se lo digas a Joey -pedí tomando un poco de helado. -Es bastante paranoico.

-Hecho -aceptó Shawn sonriente. -Yo lo tengo más fácil, ¿no has pensado nunca hacerte solista?

-No... yo...

-Lo siento -se disculpó. -No quería incomodarte.

-No lo has hecho. Es sólo que no estoy teniendo mis mejores días últimamente; estoy un poco cansada -forcé una sonrisa.

-¿Puedo hacerte una pregunta? Es pura curiosidad.

-Claro -suspiré.

-¿Cómo te sentiste cuando te diste cuenta de que tus propios fans te estaban emparejando con Lauren? -preguntó en un tono un poco más bajo. -Es un disparate, ¿no?

Yo volví a agachar la mirada. Era tan disparatado, que no podían haber dado más en el blanco.

-Todo un disparate -contesté.

Shawn me acompañó hasta el hotel no mucho más tarde. No nos habíamos separado mucho, sin embargo. Habíamos estado tomando algo después de cenar en una cafetería unas calles más hacia el centro, pero aquello fue suficiente para que un par de paparazzis se pasaran con sus cámaras y obtuvieran una genial portada para el día siguiente en sus revistas de prensa rosa y periodismo del corazón.

-¿Qué tal ha ido? -preguntó Ally soltando un libro en su mesilla de noche y sentándose en la cama justo cuando atravesé la puerta de nuestra habitación.

-Tengo que hablar contigo -dije directamente, soltando mi bolso en el suelo y sentándome a su lado.

-¿Qué ha pasado? -preguntó preocupada.

-Esta tarde, cuando Lauren y yo desaparecimos al terminar la entrevista con Chelsea...

-Oh, no -me interrumpió, sabiendo perfectamente qué había ocurrido, sin necesidad de pronunciar una sola palabra más.

-Sí.

-¿Habéis vuelto a...?

-No exactamente -contesté. -Fue sólo un beso. El mejor beso de mi vida, a decir verdad. ¡Dios! ¿¡Por qué lo ha hecho!?

-¿Acaso tú le has parado los pies? -preguntó sin necesidad de obtener respuesta. -Mila, te está haciendo daño...

-Y no puedo remediarlo -confesé. -Me hace daño verla con él, sí. Pero me haría más daño no poder verla nunca más.

-Quizás eso fuera lo más justo para ti -dijo encogiéndose de hombros. -Pero dadas las circunstancias, y por tu bien te lo digo, creo que deberías alejarte de posibles momentos como los de esta tarde.

-¿Y eso cómo se hace? -pregunté expulsando todo el aire de mis pulmones, cansada.

-Mila... -mi amiga se fue acercando lentamente a mí y acarició mi mejilla. -Sé que estás enamorada de ella, ¡por supuesto que lo estás! Pero tienes que mirar por ti.

Si Supieran (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora