La elección de Leyna (3 parte)

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_----------Kuroko---------

Lo complicado de buscar a Kuroko es que era el jugador fantasma, y por más que se concienciara de que debería estar en algunos de los lugares en los que buscaba no era nada fácil detectar al peliceleste.

-Me rindo- se sentó en un banco del parque para descansar, a Tetsuya se lo había tragado la tierra.

-¿De que te rindes, Leyna-san?- en décimas de segundo le habían dado mínimo cuatro infartos, lo bueno de aquello es que por fin había encontrado al chico.

-Voy a ponerte un rastreador, para encontrarte siempre que te busque.- le amenazó en broma.- y un cascabel para que no me dé un infarto cada vez que aparezcas de la nada.

-Leyna-san si querías verme habría sido mejor que me mandarás un mensaje.- propuso el chico con calma.

-Pero con el mensaje se rompe la sorpresa, aunque la sorpresa me la he llevado yo.- Nigou se había acercado a la chica y de un salto se acomodo sobre las piernas de la peliblanca que gustosa acarició al cachorro.

-¿Para que querías verme?- pregunto Kuroko con su ya mitica expresión neutra.

-¿Te acuerdas que te dije que los diamantes rayan los cristales?- el chico asintió.- bueno me he dado cuenta de una cosa ¿quieres oírla?

-Si, me gustaría.- el pobre de Tetsuya no sabían por donde iban los tiros.

-Los cristales la mayoría de las veces siempre están encerrando al diamante, para que nadie lo dañe o lo robe. Otras veces los diamantes se rodean de cristales en los collares para embellecerlo más.- la chica fijo su vista en el animal que se había quedado dormido.- Tetsuya quiero estar contigo, pero no para rayarte sino para que la vida sea más bonita como el collar.

-Me encantaría ser ese cristal, Leyna.- Kuroko estaba sonriendo.

-Y a mi me encantaría intentar ser ese diamante.- Kuroko se agachó para besarla, puesto que no querían interrumpir el sueño de Nigou, lo peor vendría cuando Momoi se enterará de aquello pero Leyna estaba tranquila a fin de cuentas, Tetsuya la quería a ella.

------------------------------------------------------Kagami--------------------------------------

Lugares donde podía estar Kagami Taiga, cancha de basket, maiji burguer o su casa, tuvo suerte y acertó a la primera el pelirrojo estaba jugando en una cancha cercana a su casa.

-¿Hay sitio para otro más?- le preguntó, el chico se giro a mirarla y asintió.

Estuvieron jugando hasta que el cansancio hizo que pararán, y se sentaran en el suelo para intentar recuperar las energías perdidas.

-Es raro que no estés con tus amigos.- comentó el tigre.

-Se han ido hoy, hace un rato estaba despidiéndoles en el aeropuerto.- explico.- he estado a minutos de irme con ellos.

-¿Y por qué te has quedado?- una vez realizo la pregunta se sonrojo y negó varias veces.- No es que no me alegre de que estes aqui, sino por que...

-Porque tenías cuentas pendientes- contesto intentando aguantarse la risa.- ¿Por que motivo te quedaste tú?

-Quería hacerme más fuerte, y aqui esta la generación de los milagros.- contesto mirando al suelo.

-En resumen que te han hecho quedarte las personas que conociste aqui, pues a mi me ha pasado lo mismo. Bueno para ser exactos me quedo por ti.- Kagami se esperaba alguna broma pero la chica lo decía muy en serio, se queda en Tokyo para estar con él.

I Can't Be TamedOnde histórias criam vida. Descubra agora