U L T R A V I O L E N C E [GAY ROMANCE]

Capitulo 7: Novelas de ciencia ficción con sexo

-Quiero hacerte una proposición- me tomo del brazo y siguió diciendo -creo que seria buena para ambos- su actitud era tan arrogante que me hacia querer golpearlo en la cara otra vez, pero la sensación en mi estomago no me permitía hacer algún esfuerzo de pelea o retención.

-Yo puedo irme- agregó Eddie -esto es algo incómodo-

-¡Eddie!- le dije intentando hacer que no me dejara solo, pero él se fue sin más y me dejó ahí con Bill - solo unos minutos ¿está bien?-

Bill sonrío;
-Me parece bien-

Eddie me hizo señas con la vista de que seguiría caminando.

-Seamos directos-

-¡Quiero hacerte daño!- contestó Billy inmediatamente.

-Bien... eso quizás fue demasiado directo- se acercó un paso y puso sus grandes manos en mis mejillas mientras las tenía entre sus dedos.

-Eres tan pequeño que podría romperte el cráneo con mis manos- dijo viéndome a los ojos -pero algo de ti me hace sentir culpable, por qué no soy lo suficientemente bueno-

-¡Déjame!- le dije quitando sus manos de mi rostro -¡sólo tuvimos sexo!- su rostro no marcó expresión alguna, parecía no importarle lo que yo pensara, el solo estaba ahí con su imponente mirada y su mandíbula tensa.

-Eso lo sé- declaró -pero también... sé que tú fuiste quien me busco primero-

-¡Fui a devolverte tu puta chaqueta azul!- nunca he sido bueno hablando con las personas, por más que intento mostrar algo bueno de mi, terminó siendo yo mismo siempre, así que creo el problema no son los demás, soy yo, solo yo.

-¿Así que todo fue por la chaqueta azul?- preguntó -¿qué hay del sexo?- siguió -de la atracción, la química que no puedes negar nos hace sentirnos incómodos-

Baje la mirada sin contestar a las cosas que decía, y el no espero más, solo se dio la vuelta metiendo las manos en su chaqueta de cuero negra.

-¡Espera!- le pedí.

-¿Que?- regreso mirando hacia mi.

-¿Qué es lo que quieres?- el incómodo minuto de silencio hizo que me diera cuenta lo estúpido que soné, él seguía ahí parado tratando de articular las palabras con su insistente mirada de matón.

-¡Quiero tu sexo!- respondió sin más mientras enmarcaba media sonrisa malévola en su rostro.

-¿Solo sexo?- pregunté -¿de algún tipo de forma, fetiche o solo sexo?-

-¡No!- cuestionó acercándose -exclusivo- musitó.

-¿Cómo que exclusivo?-

-Solo sexo entre tu y yo, no tiene que haber alguien más- bajo la mirada y torció la boca -lo digo por tu primo-

-¿Estás de coñá?- él levantó una ceja -¡es mi primo!-

-¡Eso no te impidió besarlo anoche!-

-No tenemos una relación- puse los ojos en blanco.