Capitulo 8: Los chicos no lloran

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Estaba sentado desnudo en el sillón junto a Billy, era un poco tarde, encendí un cigarrillo y noté que estaba mirándome.

-¿Qué?- le pregunté.

-¿Por qué teñiste así tu cabello?-

-Me gusta el rojo-

-¡Me gusta!- sonrío hacia mi -nunca había visto a otro chico con un cabello así- exhale el humo hacia su rostro.

-Violento- respondí, guiñándole el ojo.

-¿Qué hay de tus padres?- preguntó -¿no van a estar preocupados por ti?-

-Vivo con mis hermanos- su expresión seguía siendo la misma -mi padre nos abandono hace años y mi madre... se deprimió y cayo en el alcohol hasta que  tuvimos que internarle en un hospital, murió después

-¿Cómo era ella?-

-Era una mujer llena de glamour, con su lápiz labial rojo y su cigarro entre los dedos ¡era toda una reina!-

-Mi madre también murió- reveló -era la mujer más encantadora que pudieras ver- sus ojos cambiaron de repente, su expresión irradiaba algo distinto -al final el cáncer la mato- me quito el cigarro de las manos y se lo llevó a la boca.

-Lo siento-

-Es un dolor que compartimos- mire detenidamente a Bill, su mandíbula me hacía querer acariciarla con mis dedos.

-¿Por qué no te vas con tu hermana?-

-No lo sé, no puedo... más bien... no quiero, aquí la vida es más tranquila que en la ciudad- estaba estancado, como todos -además mi trabajo en el taller con mi tío Tony y me paga lo que necesito-

-Entonces... ¿te quedarás aquí por siempre?-

-No lo sé- río -los planes cambian- mi estomago comenzó a sonar de pronto.
-Mierda, tengo mucha hambre- dije, él se puso de pie y ambos seguíamos desnudos.

-¿Tienes hambre?- preguntó -podemos ir a comer-

-¿A comer? ¿Dónde?-

-En el centro hay un puesto de hamburguesas grasientas- la idea calmaba mi hambre.

-Suena bien-

-¡Cámbiate!- dijo -iremos en mi moto-

-Voy a pasar a tu baño- le dije.

-Esta al fondo- me puse de pie, tome mi ropa y mis zapatos.

Abrí la llave del lavamanos y me lave la cara, me mire un momento, mi piel un poco pálida, yo no era tan blanco ni tan moreno, mis ojos estaban abiertos y mi horrible nariz y pequeña boca seguían siendo iguales, baje la mirada y una lagrima recorrió mi mejilla <<no llores>> tragué saliva, tenía tantas cosas en la cabeza y yo estaba en casa del alcohólico Billy follando y apuntó de salir a comer hamburguesas.

-Soy una horrible persona- le dije a mi reflejo.

-¡Rojizo!- toco la puerta del baño -¿estás listo?-

U L T R A V I O L E N C E  [GAY ROMANCE]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum