Capítulo 1: Perfecto

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-Creo que entenderá cuando le digo, Cabello, que ésta será la mejor inversión que haga en su vida. No se arrepentirá, se lo aseguro-repitió por 5ta vez consecutiva el hombre sentado enfrente suyo.

Camila Cabello no lo miraba, sólo asentía ausentemente a cada una de las palabras de Ivanov. Sí, escuchaba lo que decía, pero ya se sentía cansada y a veces sólo miraba la pantalla de su computador para mirar la hora.

Ya era tardísimo y aún le faltaban cosas por hacer.

-... Entonces, dígame si le parece que yo la llame o...

-Yo le llamo, Ivanov. No se preocupe-dijo Camila, seriamente.

-¿Está segura que no... ?

-No, tranquilo. Mi asistente se comunicará a su oficina y yo... yo le daré mi respuesta-respondió, Camila.

-Bueno, entonces, quedamos así. Me voy retirando

-Lo acompaño.

-No, gracias, Cabello. Conozco el camino. Muchísimas gracias por recibirme y... que tenga buenas tardes.

-Buenas tardes, Ivanov.

El hombre salió y apenas cerró la puerta, Camila se levantó de su asiento y se dejó caer encima de un mueble que estaba justo al lado de la gran ventana que dejaba ver toda Moscú al atardecer. Estaba agotada y un gran dolor de cabeza comenzó a molestarle. Cerró los ojos un instante, cuando escuchó que abrieron la puerta y enseguida se enderezó, pero cuando vio quien era, se calmó.

Un hombre alto, con cabello negro y ojos igualmente negros, la miraba desde la puerta, con una sonrisa y una ceja alzada.

-Viktor, ¿Qué te trae por... ?

En unos segundos, un par de labios la silenciaron, besándola como si se fuera a terminar el mundo. Viktor se separó y acariciando la mejilla de la Castaña, la besó en la frente.

-Me tienes abandonado, cariño-dijo Viktor, sentándose a su lado en el mueble.

-He tenido mucho trabajo, además que mis hermanos...

-Tengo entendido que saldrán de campamento, ¿No?-interrumpió Viktor, mirándola con una sonrisa que intentaba ser provocadora, pero falló al notar la seriedad de Camila.

-Sí, se van y eso...

-Te tiene preocupa...

-¿Podrías dejar de interrumpirme?-exigió Camila, visiblemente molesta. Se levantó del mueble y se acercó a los ventanales para ver la ciudad, cuando sintió los brazos fuertes de Viktor abrazándola por la cintura, a la vez que depositaba pequeños besos por el cuello de la Castaña.

-Disculpa, cariño-susurró Viktor, con una voz profunda.

-Viktor, por favor...

-Estás tensa... tienes que relajarte-murmuró, intentando masajearle los hombros, pero en ese momento, Camila se separó con brusquedad, provocando que Viktor gruñera de frustración.

-¿Se puede saber qué demonios te ocurre?-preguntó Viktor con voz demandante-Sabes que no me gusta en lo absoluto que me dejes así.

-Viktor, por favor. Me duele la cabeza ahora mismo, tuve una reunión con Ivanov de 3 horas y...

-Pero...

-Y definitivamente no necesito tus reproches. Tengo que ir a buscar a Liam al...

-¡¿Por primera vez en tu vida podrías no meter a algunos de tus hermanos en nuestra conversación?!-exigió Viktor, completamente furioso, pero enseguida se arrepintió al ver el rostro de Camila.

-¿Por qué viniste?-preguntó la castaña, ofendida.

-Camila, lo siento, de verdad que...

-Viktor... sólo limítate a respirar... ¡Soy su hermana mayor, son mis hermanos por el amor de Dios! ¡Son mi responsabilidad desde que mis padres murieron!

-Amor, lo sé...

-¡No puedo dejarlos solos como si fueran... vacas! Yo... por los clavos de Cristo, no sé ni por qué me esfuerzo por explicártelo... ya deberías saberlo.

Camila tomó su bolso y salió de su oficina completamente molesta y dejando a un Viktor aturdido y enojado.


Lo que me gusta de ti (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora