Con todas mis fuerzas lo empujo y mi puño va a parar a su nariz.

— ¡¿Pero qué demonios?!

—No vuelvas hacer eso, me repugnas.

No pienso seguir discutiendo con él y antes de que diga algo más, me dirijo a la puerta, la abro y entro. Ya en casa no corro ningún riesgo, estoy, por fin sana y salva en la comodidad de mi hogar.

La sangre me hierve. Lo odio tanto. Maldito.

Estuve en la puerta unos minutos, hasta de decidí ver por la ventana para comprobar si Nathan seguía parado afuera, pero se ha marchado.

Saludo a mamá y papá. Subo a mi habitación, entro al baño y me lavo el rostro con agua fría, después cepillo mis dientes. No puedo dejar que sigan contaminados por el beso.

Asco.

Escucho la melodía de mi compañero de aventuras.

Mi celular.
Número desconocido

—Hola.

— ¿Estás sola o Nathan está contigo?

Y uno tratando de olvidar cosas tan desagradables como ese.

— ¿Disculpa, quién eres?

—Soy Valeria.

— ¿Cómo conseguiste mi número?

—Tuve que inventar una maravillosa historia a la secretaria para que me lo diera. Pero ese no es el punto....necesito decirte algo.

Vaya, vaya, quién la ve con esa carita.

— ¿Te parece si lo hablamos mañana? Estoy algo cansada.

—Me parece bien, pero a primera hora de la mañana, no puede tardar.

Colgó.

¿Qué rayos ha sido eso?

La cena no ha sido nada importante, mamá me preguntó qué tal mi día y le conté todo menos el incidente con Nathan o como prefiero llamarlo el "idiota". Así que no le conté casi nada.

—Al menos saliste vivita. Creo que mis planes de rentar tu habitación fueron cancelados.

—Al menos podrías fingir que te alegra que este vida —Aunque la mayor parte del tiempo peleamos, jamás cambiaria a mi hermano.

—No se pelea en la mesa, coman en silencio.

Después de cenar me preparo para dormir. No sin antes ver mi horario de clases, mañana tengo clase de educación física; eso es bueno porque amo el deporte.

.............

— ¿Por qué no me lo dijiste antes?

Valeria, me explicaba las tontas apuestas del equipo de fútbol.

—Lo siento, lo olvidé por completo, Verás nunca pensé que te elegirían a ti, como ya te dije, cada año seleccionan a una chica nueva y le hacen la misma broma. Te esposan y luego te dan a elegir a que recuperes la llave. Yo fui la víctima el año anterior, claro que no con Nathan, a mí me eligió Logan.

— ¿Me estás diciendo que todos los del equipo participan en esta tontería?

—Sí, esta vez fue Nathan, el solo es uno más del equipo, pero te felicito fuiste la primera en rechazar su oferta y dejaste en claro que no te interesa el capitán.

Con que Nathan es el capitán, había olvidado que Valeria dijo que el capitán está al lado de mi casillero.

—Entonces esto solo lo hacen para probarle a todos que las chicas no se resisten a sus encantos.

Vamos ¿Enserio? Como dicen por ahí, los chicos nunca maduran.

—Además sacan buen dinero apostando ya que, unos apuestan a favor y otros en contra.

—Gracias por decirme.

Ese degenerado. Me las va a pagar.

Terminamos de hablar debido a que el profesor de Física comenzó por darnos la bienvenida. Después de una introducción empezamos la clase.

Nathan estaba hablando con el equipo mientras me observaban a lo lejos, luego de correr por todo el campo cinco veces, el profesor decidió que jugaríamos un partido de fútbol hombres contra mujeres.

La mayor parte de chicas se opuso ya que los chicos eran prácticamente profesionales, claro de un equipo de secundaria nada comparado con los equipos FIFA. Así que jugamos por separado.

Estoy exhausta y hecha un aso. Entro en los vestidores para tomar una ducha. Estoy tan relajada bajo el agua, me dejo llevar por el tiempo, al darme cuenta ya nadie se encuentra conmigo, salgo encontrando a Valeria guardando sus cosas.

—No llegues tarde, voy a reservar un asiento para ti en la cafetería.

—Teo veo allá.

Abro mi guarda ropa y un escalofrío recorre desde mis tobillos hasta la nuca.

¡Maldición!
¿Dónde está mi ropa?

—¡Hey! ¿Alguien puede oírme?

Genial estoy acabada, lo único que está en mi guarda ropa es una maldita nota.

< Algo me dice que te ves mejor sin ropa

PD: esto fue por la patada, y el golpe, ahora sí, ¡Ya estamos a mano! >

¡Maldito imbécil!

¡Si quiere guerra, guerra tendrá!

Una Apuesta. Un Ganador©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora