-Ya te conocía, idiota. Fui a buscarte a aquel bar de mala muerte. -Hice una mueca al recordar eso.

-¿Qué dijo?

-Que ya te conocía.

-Bueno, él puede verme y yo no. -Dijo Efren sentándose a mi lado en la cama. -¿No está la otra?

-No, ella hoy está con... -Me callé al darme cuenta de lo que iba a decir.

-¿Con quién?

-Con la persona que cuida. -Dije asintiendo para que sonara más razonable. Aunque eso que era verdad, ya que si no estaba aquí, era porque estaba con Zac.

-Ah. -Dijo sin darle demasiada importancia. -¿Te quedarás aquí todo el día?

-Lo prefiero.

-Entonces...

-No tienes porqué quedarte aquí todo el día. Además, tienes entrenamiento hoy.

-Si, pero...

-Nada de peros, Efri. Bastante hiciste con quedarte aquí y no ir a la universidad.

-Está bien, no discutiré contigo. -Le sonreí y dejé un beso en la comisura de sus labios.

-Iuh, esas muestras delante de mi no, por favor. -Rodé los ojos dándome cuenta de algo.

-¡Mañana tengo examen!

-Y por eso has estudiado mucho ¿verdad?

-Dios, que idiota soy.

-Tranquila, si quieres puedo ayudarte. -Dijo Kendall sonriendo.

-¿De verdad?

-Claro, solo tengo que buscar un sitio donde no vean el libro y listo.

-¡Gracias! -Dije sonriendo de oreja a oreja. Efren me miró levantando una ceja. -Kendall me ayudará.

-Oh, pero eso es copiarse, Key.

-Bueno, por un examen que copie no pasa nada. Eso sí, ni una palabra a mi padre.

-No le diré nada, pero eso está mal. -Me encogí de hombros y Efren miró su reloj de pulsera. -Mmm... Creo que me voy ya. Tengo que pasar por mi casa para cambiarme e ir al entrenamiento.

-Vale. ¡Que te sea leve! -Sonreí antes de dejar un beso en sus labios.

-Otra vez.

-No seas celoso, Ken.

-No lo estoy.

-Te recuerdo que es MI novia, fantasmita...

-Claro, y por eso la engañaste aquel día. -Respondió este de mala manera haciendo que mi humor recayera. -No fue mi...

-Adiós, Efri. -Dije ignorando a Kendall. Efren se despidió y salió de mi habitación cerrando la puerta.

-Lo siento.

-Me pongo así porque se que tienes razón.

-No pienses ahora en eso ¿si? -Suspiré sin saber que decir. - Mejor cambiemos de tema... ¿De verdad que no saldrás de aqui en toda la tarde?

-Si, no tengo ganas de salir.

-Está bien, como quieras. -Kendall se tumbó a mi lado con sus brazos detrás de la cabeza. -¿De qué quieres hablar?

-De mi supuesto embrujo.

-También deberías de olvidar eso.

-¿Cómo quieres que lo olvide? ¿Qué se supone que me va a pasar?

-Si no haces nada, pues nada.

-¿Eh?

-Digo, que si no le haces caso a voz interna, no pasará nada.

-Dios, no lo entiendo.

-Olvida todo ¿si? Yo me encargaré.

-Eres raro, Kendall. Y a veces no te entiendo.

-No hace falta que entiendas mucho tampoco.

-Que desesperantes llegas a ser a veces. -Dije dándome la vuelta para darle la espalda. -Voy a dormir.

-¿Tan temprano?

-No tengo nada que hacer.

-Si, estudiar.

-También eres odioso. -Dije sentándome en la cama. -Ahora tendré que estudiar cuando me dijiste que me ayudarías.

-Te ayudaré, pero no en todo.

-Si, claro.

Y con eso me pasaría toda la tarde estudiando...

Between GhostsWhere stories live. Discover now