She is Bad

Capítulo 19: Mi historia 1/2

- Bueno, pues todo empezó por Alana Stark. -suspiré acomodándome en un banco, él se sentó a mi lado, sin emitir ningún ruido, esperando mi explicación. - ¿Sabes quién es? - el asintió. - Bien, la conocí cuando tenía 14 años, fueron dos años después de perder a mi hermano mayor...- respiré hondo y seguí. No quería derrumbarme, ni nada por el estilo, solo quería ser sincera una vez en mi vida y poder contarle esto a alguien. Quizás penséis que es arriesgado confiar en alguien como él, pero tengo la intuición de que el también esconde cosas malas y quiero saberlas.

- Tranquila...- me apretó delicadamente el hombro, dándome algo de apoyo.

- La conocí en una de mis peleas clandestinas, en esos momentos no era tan buena. - sonreí.- Pero aún así no me importaba, necesitaba dar unos cuantos puños o que me pegasen fuerte para olvidar todo y saber que aún sigo viva. - me encogí de hombros. No sé por que, pero decidí ser completamente sincera una vez en mi vida y contarle toda mi historia.- Nunca tuve una vida fácil, ¿sabes? Desde que tengo memoria era revoltosa, enérgica y amigable con todo el mundo. - una sonrisa nostálgica se formó en mi rostro. - Era muy diferente a como soy ahora. En esos tiempos, mi padre odiaba que su única hija fuese tan "idiota" - hice comillas con los dedos.

- Si no quieres seguir...- dijo él preocupado, pensando que en cualquier momento lloraría. Pero sabía que no haría eso, soy lo suficientemente fuerte como para poder explicarlo sin llorar, creo.

Negué con la cabeza y seguí.

- Tenía 5 años, vivíamos en una casa enana y éramos siete personas. - expliqué. - Mi padre, mi madre, mi hermano mayor Sean, el segundo Ian, la tercera era yo, cuarto era Will y quinto Zac, en ese momento el pequeño Elliott no había nacido aún. - el asintió mirándome atentamente. Era la primera vez que alguien me miraba así,puedo jurar que me hacía sentir como si estuviese desnuda. - Desde un principio nunca fuimos felices, de vez en cuando lográbamos llevarnos bien con nuestros padres, pero jamás tuvimos recuerdos con ellos que atesorar. Recuerdo que desde que nací, hasta los cinco años, se la pasaban discutiendo, insultándose entre ellos o a nosotros, sobre todo mi padre. - Me encendí un cigarrillo y le di un par de caladas. - Mi padre, quién se llamaba Thomas, cambió radicalmente al yo, cumplir cinco años. - mis ojos se nublaron durante un instante. - Nunca había sido un buen padre, ni siquiera nos dijo que nos quería alguna vez...pero por lo menos nos mantenía y no nos vendía a algún sitio extraño. Era algo. - me encogí de hombros, dando otra calada a mi cigarrillo. - Ya te lo dije, a partir de esa edad me puse revoltosa y algo insoportable, pero no me importaba porque mis hermanos me querían al igual que yo les quería a ellos, eran mis mejores amigos y me cuidaban muchísimo, incluso los pequeños. - reí secamente. - Un día, Thomas llegó a casa pasado de alcohol, se tambaleaba por todos sitios y soltaba sandeces. Creo recordar que eran sobre las cinco de la mañana...- volví a dar una calada y expulsé el humo.

- ¿Como te acuerdas de todo? - preguntó encendiéndose él, un cigarrillo. Yo le sonreí amargamente.

- Un dia como ese no se olvida fácilmente. - al sacar mi última calada, seguí explicándole.

FLASHBACK.

Tenía sed, así que decidí recorrer el corto pasillo que me aterraba, hasta la cocina. Cogí mi pequeño banco que mamá me compró y e subí para así poder llegar mejor al frigorífico. Cuando conseguí coger la botella de agua, bajé y serví un poco en un vaso que había cerca.
De repente, oigo un fuerte golpe que provenía del comedor, había sido la puerta y de verdad, que se me heló la sangre al escuchar su voz.

-¡Denise, nena, ya estoy en casa! - gritó con su notable voz de borracho. - ¡Más te vale satisfacerme esta noche, zorra!