Frank, lo siento. De veras que lo siento.
Después de dejar la carta en el cementerio la semana pasada, estaba hecho un verdadero desastre, agarré la botella de wisky... ¡Joder! ¡Lo necesitaba! Necesitaba buscar una manera de no ser consciente de todo lo que me rodea, quería evadirme, olvidar mis preocupaciones, intentar curar las heridas con el alcohol, pero solo he conseguido que se hagan mas oscuras y profundas, sangran, sangran mucho ¿Sabes?
Lynz me encontró hace cinco días tirado en el suelo de mi salón, manchando la alfombra de saliva y de la bebida que contenía la botella que sostenía con un fuerte agarre en mi mano derecha, mientras estaba inconsciente. Durante ese tiempo he estado en el hospital, ingresado, en observación.
Casi muero.
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95 días sin Frank.
Random95 cartas sobre una fría lápida, escritas por un loco enamorado, dedicadas a un cuerpo sin vida.