Hoy vino Mikey a cenar con nosotros.
Le he contado todo, y creo que me comprende.
Pero me ha pedido que no vuelva a hacer otra locura...
Yo no puedo prometer nada, soy débil, caigo una y otra vez por culpa de la misma piedra, mi estupidez, mi melancolía, mi sufrimiento, todo son obstaculos ¿Sabes?
Y es que jamás podré rehacer mi vida si tu no estas en ella.
Cada vez que recuerdo algun momento juntos, siento mi alma partirase en mil pedazos.
No me gusta preocupar a mi familia, pero mis visibles ojeras y rojos ojos son difíciles de ocultar.
YOU ARE READING
95 días sin Frank.
Random95 cartas sobre una fría lápida, escritas por un loco enamorado, dedicadas a un cuerpo sin vida.