CAPÍTULO 49: I'm done

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El viaje de vuelta estaba siendo en silencio. Emma iba en estado de shock en el asiento de detrás con Castiel. La pelirroja tenía la boca ligeramente abierta, con la mirada fija al frente y lágrimas recorriendo sus mejillas.

Castiel la observaba sin que ella pareciese darse cuenta, Sam miraba a su hermano, el cual casi parecía normal si no fuese porque sus nudillos estaban completamente blancos de apretar el volante y su mandíbula tensa. El cazador no tenía ni idea de qué hacer, ni si quiera podía cabrearse con Emma ya que sabía por qué había hecho aquello. Miró a la chica a través del espejo retrovisor, dándose cuenta del estado en que se encontraba. Comenzó a frenar y a acercar el coche al arcén de la carretera.

-Sam, conduce de vuelta a la cabaña.- Ordenó una vez el Impala se paró. El menor de los Winchester bajó del coche sin mediar palabra dirigiéndose a la puerta del conductor.- Cas ¿puedes dejarnos en la puerta?- El aludido asintió mientras Dean salía del auto y sacaba a la chica que se movía casi inconscientemente. Una vez estuvieron fuera, el rubio pasó una mano por la cintura de Emma y asintió una vez a Castiel para indicarle que estaban preparados. El ángel no dijo nada, puso el índice y el corazón de ambas manos sobre la frente de cada uno y en un abrir y cerrar de ojos estaban en la puerta de la cabaña sin rastro de Castiel por ningún lado. Parecía que por primera vez el ángel había sabido interpretar la situación y les había dejado solos.

Dean tuvo que moverse rápidamente y pasar el brazo libre por las piernas de Emma para evitar que esta acabase en el suelo. Atravesó la puerta con ella en brazos y fue a la habitación tratando de sentarla al borde de la cama. Le cogió ambas manos cubriéndolas con las suyas propias a modo de cavidad y soplándolas al notarlas frías al tacto intentando calentarlas con su aliento.

Emma parecía tener un nudo en la garganta que le impedía hablar. Las imágenes se repetían en su mente una y otra vez. Parecía que desde que hubiesen salido de comer del restaurante hubiese estado en un sueño, en una neblina, y todo lo que había en su mente era acabar con aquella criatura. Aquello había sido un trabajo sin acabar, pero no de la manera en la que lo había hecho ella, no con la ferocidad y la furia con lo que lo había hecho. Miró a Dean que estaba en cuclillas en frente de ella y por primera vez vio una herida que este tenía en la mejilla. Alzó su mano aterrorizada, sabiendo quién había sido la causante de aquello.

-Emma, dime algo.- Rogó el cazador. El nudo de la chica pareció deshacerse, echándose a llorar de forma desconsolada. Dean apoyó las manos a ambos lados de su cara, como había hecho en el muro del restaurante, y tiró de ella a la vez que la acercaba para juntar sus frentes.- Todo irá bien.- Afirmó posando sus labios sobre el pelo de la chica y manteniéndose asi durante unos segundos. No tenía claro si el mensaje era para sí mismo o para ella, pero de todas maneras no se le ocurría nada mejor que decir.

Apartó el pelo de la cara de Emma, reparando en las motas de sangre que salpicaban su rostro. Intentó limpiarlas con sus propias manos pero cuando quitaba una, descubría otras tantas. Tiró de ella para levantarla y, pasando un brazo por encima de sus hombros, la llevó hasta el baño. La dejó apoyada sobre el lavabo y fue al salón para coger algo más de ropa de la bolsa. Cuando volvió al lado de Emma esta seguía llorando en la misma posición. Dejó la ropa colgada tras la puerta y se acercó a ella, frotando sus brazos ya que la chica temblaba. Aunque no sabía si de frío o de nervios.

-Gin, tienes que darte una ducha.- Dijo él. Por primera vez desde que la había parado en la pared del restaurante, Emma asintió. El rubio comenzó a desabrochar la camisa que él mismo le había prestado esa mañana, retirándola de sus hombros una vez había acabado con todos los botones. Sus manos temblaban por miedo a encontrar alguna herida en el cuerpo de Emma. La sangre había traspasado la camisa y cubría el cuerpo de la pelirroja como si fuesen ronchones. Emma se desabrochó los pantalones, dejándolos caer al suelo y dando un par de pasos para dejarlos a un lado.

Dean se apartó en dirección a la puerta del baño para dejarla sola, pero no había avanzado ni un metro cuando notó la mano de Emma rodeando la suya. Se dio la vuelta pensando que querría algo, pero en cuanto lo hizo, Emma se echó contra su pecho.

-Quédate conmigo, por favor.- Pidió mientras Dean la rodeaba con los brazos. Repitió el mismo gesto que había hecho él y le quitó la camisa. Dean suspiró y se quitó el resto de la ropa mientras ella hacia lo mismo y abría el agua caliente de la ducha que constaba de un plato y una cortina que le rodeaba. El cazador fue el primero en entrar, cogiendo a Emma de la mano y metiéndola con él. La chica apoyó de nuevo su cabeza en el pecho de Dean, comenzando a llorar de nuevo mientras el agua empezaba a empaparles.

Él no supo hacer otra cosa que apretarla contra sí, abrazándola lo más fuerte que podía.

-Tengo miedo, Dean. Me estoy convirtiendo en algo que no quiero ser.- Dijo ella con la voz rota. Un dolor se instaló en el pecho del rubio mientras tragaba. Aquello era lo mismo que él le había dicho a Sam cuando Metatrón había atravesado su pecho.

-Escúchame Emma, acabaremos con esto, como siempre. Juntos. – Dijo separándola lo justo como para que pudiese verle la cara y retirándole el pelo empapado de la cara como tantas veces había hecho esa noche. Trató de limpiar la sangre que cubría a Emma por partes, con suavidad, temiendo que ahora que había comenzado a andar diese otro paso hacia atrás y entrase en estado de shock.

Estaba quitando la última mancha cuando notó como Emma depositaba un beso en su mejilla, en la zona donde le había hecho el corte cuando había tratado de forcejear con él, para después tratar de limpiarle la herida al igual que había hecho él con ella.

-Lo siento muchísimo.- Dijo después de dirigir el siguiente beso a sus labios. Ambos parecieron olvidarse por primera vez en aquella noche de todo lo que había ocurrido. Dean reaccionó a la cercanía que tenían en ese momento asaltando su boca con lentitud mientras Emma enredaba sus brazos por detrás de su cuello.



BECOMING A HUNTER ⇘ SUPERNATURAL ✓ EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora