Te protegeré

910 130 69
                                    

A Ji Yong nunca le han gustado los hospitales, siempre se ha mantenido lejos de estos salvo cuando tiene que hacerse algún chequeo rutinario pero por suerte siempre ha sido una persona muy sana. Pero ahora estaba en esa sala de emergencias, no porque se encontrase enfermo o lastimado, por lo menos no físicamente pero sí sentía como si lo estuviese y todo por causa de Seung Hyun... *¿Por qué tuvo que hacer eso?* Pensaba una y otra vez. A pesar de sentirse vivo cuando estaba con él verse animado, Seung Hyun aún seguía con los síntomas de su enfermedad y por lo que Ji Yong presenció, era señal de que se estaba poniendo peor y quien sabe que podría llegar a hacer después de atentar contra su propia vida. Aún así, él no lo veía peligroso como decía su hermana y como se supone que pueden llegar a ser los esquizofrénicos, después de eso, sabía que debía estar con él ahora más que nunca y darle su apoyo.

El pelirrojo se incorporó en su cama, estaba sólo, salió y vio a Dae Sung y Young Bae sentados en una silla, durmiendo. No sabía ni qué hora sería, si aún era el mismo día o ya había amanecido pero por lo tranquilo que se veía todo, supuso que seguía siendo de noche, quizás de madrugada. Salió de la sala de emergencias y se dirigió hasta la recepción para buscar información sobre Seung Hyun, la mujer le informó que estaba en terapia intensiva y se dirigió allí de inmediato. Ese piso se encontraba solo, a excepción por una pareja que esperaban sentados afuera quizás esperando ver a algún familiar, y algunas enfermeras que salían de los cuartos. Le preguntó a una de ellas donde se encontraba Seung Hyun y lo llevó hasta allá.

-¿Eres familiar? – le preguntó la mujer.

-Soy su amigo, él no tiene familia – miró a través de una pequeña ventanilla de la puerta - ¿Por qué aún está ahí?

-Perdió mucha sangre, sólo es para chequearlo hasta que se componga de nuevo, cuando amanezca lo pasaran a una habitación y seguro más tarde le dan de alta.

Ji Yong entró al cuarto y sintió unas enormes ganas de llorar al ver en el estado en que se encontraba, tan pálido y demacrado, con esas agujas pegadas a su cuerpo por las cuales pasaba suero y una transfusión de sangre. Notó esas vendas en sus muñecas que ahora acompañaban a las cicatrices que tenía en todo su ante brazo y que cubrían unas nuevas. Tomó su mano y la apretó, dejando que sus lágrimas corrieran libremente en silencio.

-¿Por qué lo hiciste? Te dije que no me importaba lo que tuvieras, que yo estaría para ti y te ayudaría en todo. Aunque supongo que esto es en parte mi culpa, no debí haberte dicho eso, lo siento mucho – cayó de rodillas y lloró a su lado, tomándolo con fuerza de la mano y hundiendo su cara en ésta – Perdóname Seung Hyun, fui demasiado torpe e insensible, por mi culpa estás así.

-Ji...Yong – pronunció Seung Hyun débilmente. Ji Yong se levantó.

-Seung Hyun, mírame ¿Estás bien?

-Lo lamento mucho, soy un desastre, perdón por haber llegado a tu vida y hacerte pasar por esto – sus lágrimas corrieron por sus mejillas, llegando hasta la almohada donde reposaba su cabeza.

-No digas eso, no me arrepiento de haberte conocido y no me importa nada, yo aún te quiero.

-No digas locuras, yo no puedo estar contigo, como dijiste, estoy enfermo.

-No, no sé porque dije eso, pero no lo estás. No estás ni enfermo ni loco, sólo muerto ¿No?

-Ya no lo sé. Me dolió, dolió cuando pasé el cuchillo por mis muñecas, si estoy muerto no debería sentir nada – suspiró – Será mejor que te vayas, no quiero que me veas así. Por favor.

Ji Yong asintió a su petición, si eso era lo que quería, lo respetaría así que regresó a sala de emergencias. Cuando iba en camino pudo ver a través de una ventana como el sol comenzaba a salir por lo que debían ser las seis de la mañana más o menos y en cuanto llegó a la sala, se detuvo al ver a su hermana junto a sus amigos quienes ya habían despertado.

Living with the deadWhere stories live. Discover now