BOUNDLESS. [Larry]

XII: Cuando todo es color rosa.

—Bueno, en eso tienes razón. —Jordan notó que sus amigos ya habían encontrado una mesa, así que debía ser rápido—. Y para recompensarte por eso, ¿qué te parece si vas a la fiesta de mi fraternidad?

¡Bingo! El chico le había ofrecido lo que más deseaba en esos momentos. No es que Jordan fuera un chico feo, simplemente que ahora Liam había experimentado algo diferente con alguien nuevo y sus intereses ya no se encontraban con él.

— ¿Qué día es? Necesito revisar si no tengo ningún compromiso. —Se hizo el difícil, cuando en realidad sabía que esa fiesta sería la oportunidad perfecta para impresionar a su nueva conquista.

Jordan sonrió de lado pues sabía que el castaño era muy fácil, pero simplemente le gustaba aparentar lo contrario—. En dos semanas.

—Lo tomaré en cuenta. —Agarró el pequeño sobre que Jordan sacó de su chaqueta para entregárselo.

—Piénsalo, precioso. —Los dedos pálidos del chico tomaron su barbilla con suavidad y después junto sus labios por un microsegundo—. Me gustaría repetir lo del otra vez.

Liam rodó los ojos sofocado y se alejó de él.

—No te preocupes, tomaré en cuenta tu propuesta —sonrió de forma forzada. Jordan no se dio cuenta, pues al contrario, recibió esa sonrisa como un incentivo. Definitivamente invitar a Liam había sido un acierto, o eso pensaba él.

Al final dejó a Jordan para que pudiera reunirse con sus amigos de nuevo. De cualquier manera ya había obtenido lo que deseaba, así que ahora no le serviría de nada.

Regresó a la mesa donde Louis seguía esperándolo, la duda lo carcomía y quería saber que había pasado.

— ¿Qué fue todo eso? —Preguntó cuándo Liam se sentó de nuevo enfrente de él—. Pensé que habías dicho que tenías a alguien más.

—Y lo tengo. —Su mejor amigo hablaba con tranquilidad—. Sólo que siempre es bueno tener un repuesto por si las cosas no salen bien.

El ojiazul le dedicó una mirada extraña. Liam había estado actuando muy raro últimamente, quizá esta era una faceta que no conocía muy bien. Y quizá el hecho de haber ido a Harlem y la separación de sus padres, eran las causas de su manera de actuar.

—Liam. —Llamó la atención de su amigo—. Hasta donde recuerdo, eras completamente heterosexual, jamás te había visto con un chico antes de que fuéramos a Harlem.

— ¿Y?

—No quiero que te ofendas. —Para Louis era incomodo el tener que decir las cosas pero aun así continuó—. Hoy en día parece que buscas y ruegas la atención de cualquiera ¿Qué paso con el Liam que sólo le iban las mujeres?

—Simplemente creo que los hombres son lo mío —contestó—. Me gusta más recibir la atención de una persona a que yo tenga que otorgársela a alguien más.

— ¿Jordan es uno de esos chico que te brinda su atención?

—Así es, incluso me ha invitado a la fiesta de Halloween que darán en su fraternidad —Liam le mostró la invitación especial que Jordan le había entregado minutos atrás. La fraternidad de su pretendiente era una de las más exclusivas y distinguidas de Columbia por eso es que esa invitación era muy importante para Liam.

—Bueno, supongo que eso está bien...

Jamás iba a terminar de entender a su mejor amigo, siempre tenía una falta de identidad muy grande. Aunque había prometido ya no psicoanalizar cada una de sus acciones, simplemente lo dejaría ser y disfrutar.