Donante Personal (EDITANDO)

2: -"Ven conmigo"

- no asistiré a nada de esa mierda - hablé claro.

- mandaré a los que cuidan la puerta a buscarte, ahora por favor, vete a sentar.

Mi subconsciente rodó los ojos exasperado y creo que mi cara copió su acción inmediatamente.

Me quedé callada, pero eso no significa que me voy a poner el nuevo uniforme que probablemente sea algo todo sexy para seducir más a estos vampiros.

Busqué salir de allí y caminé hasta salir detrás de bambalinas, bajé la escaleras del escenario rápidamente.

Sentía miradas y aunque fueran de los vampiros, no me importaban. Me senté en el mismo lugar de donde estaba, Mike solo me miró de reojo y decidió no preguntar.

Bien.

Volteé mi cuerpo hacia el escenario y puse mis piernas en modo indio, viendo directamente al idiota de Patrick. Se acercó al podeo de nuevo y se acomodó para hablar.

Las chicas estaban emocionadas, casi chillaban y chocaban sus zapatos altos en el piso frenéticamente por la emoción. Rodé los ojos y negué.

¡Si! Nos sacarán sangre y seremos esclavas hasta que nos maten de una anemia crónica.

¡Eso es totalmente genial!

Imbéciles.

- bienvenidos a todos los vampiros que elegirán donantes este año.

Todos empezaron a aplaudir.

- ahora demosle la bienvenida a uno de los benefactores más importantes de Vampire Night, quien también elegirá un donante este año - pausó - ¡Erick Leblanc!

Todo el mundo se sulfuró y empezaron a aplaudir de una manera impresionante, yo solo comía unos dulces que tenia Mike en sus bolsillos.

Subió un tipo alto, pálido, extremadamente guapo, muy bien vestido y con mas tatuajes que años de vida.

Era muy guapo, la verdad hay que decirla, su cuerpo se veía gigante, sus músculos iban a explotar su ropa. Pero pss, para mi, Mike lo supera.

- buenas noches vampre Night.

Su ronca voz ensordeció mis oídos. Yo solo seguía comiendo dulces mientras las chicas de mi derecha casi se morían de la emoción.

Ilusas.

- muero por ser su donante - habló una chica de la mesa de mi derecha.

- yo seré su donante, de eso estoy segura - habló la morena llamada Laura, quién desafortunadamente es mi compañera de cuarto.

Apuesto que ese tipo, elegirá a alguien más como su donante y no a ellas. Yo en cambio no estoy muy emocionada, la mierda que hizo Patrick me bajó los animos por completo, en serio la cagó.

- llevo muchos años buscando a una donante que en realidad llene todas mi expectativas y aquí la encontré.

Todas las chicas empezaron a gritar, emocionadas, yo solo recosté mi cabeza del hombro de Mike.

- ¿estás bien, rubia?

Solo me aferré más a su brazo sin decir nada más. Lo miré por un segundo y supo que no quería hablar.

Aunque aquí no se puede tener novios, ni nada que inspire una relación hasta de besos, no me importaba en este momento. Mike y yo somos una clase de liga extraña entre relación y amistad, somos amigos con derecho. Tenemos sexo, nos besamos y hasta nos tratamos como los novios, pero no pasamos de amigos y así estoy excelentemente bien, nunca me han gustado ese tipo de relaciones.

- estoy bien Mike.

Respondí después del rato, me miró con esos ojos verdes.

- ¿quieres salir un rato? - me susurró, lo miré a los ojos.

- por favor.

Sonreí, este devolvió la sonrisa sutilmente.

- dale tú primero, esperame en la biblioteca, inventale al portero que tienes un dolor de cabeza horrible, yo le invento que tengo la regla - sonrío.

- bien.

Me levanté de su hombro y él se levantó y como actor de Hollywood, actuó una mala cara de enfermo muy creíble. Caminó hacia el portero, me mordí el labio al ver ese culo.

Fácilmente logró engañarlos, ese es mi Mike.

Miré hacia el podeo, todavía estaba el tal Erick hablando.

- de verdad que me ha impresionado la cantidad de muchachas que posiblemente sean mis donantes, será dificil para mi seleccionar.

Rodé los ojos y me paré de la silla dispuesta a salir por donde vine hace un rato.

De un momento a otro, la mirada de Erick se paseó por la mía.

- creo que ya sé a quién elegí.

Lo ignoré por completo y me volteé hacia la salida, caminé hacia el portero y me detuve frente a él. Lo miré, solo se quedó ahí parado como un estúpido mirándome por un rato.

- abre la puta puerta animal, ¿no ves que te estoy esperando? - pregunté de mala gana.

- ¿tiene alguna razón para que le abra?

Algo me dice que sospechaba que iba a ir hacia donde estaba Mike. Me vale.

- resulta que la hermosa que viene cada vez me llegó y no quiero estar aquí porqué los hermosos vampiros aquí presentes pueden olerlo.. ¿y no queremos eso verdad?

Mis razones – obviamente mentira todo– parecían haberle convencido. Se apartó de la puerta y me dió el paso. Al salir solté un suspiro y corrí hacia la biblioteca notando lo vacío de los pasillos, al llegar toqué la puerta, me abrió el moreno de ojos verdes.

- duraste mucho - lo empujé para entrar, cerré la puerta con seguro.

- tuve un pequeño percance de segundos con el guardián de la puerta - expliqué sentandome en uno de los escritorios.

- ¿Qué te dijo ese imbécil? Porqué te dice algo desencajado y lo mato.

Sonreí y lo agarré de la camisa, lo atraje hacia mi, abrí mis piernas para que se acomodara dentro de ellas y lo besé, sus labios no duraron en responderme.

Sé que tuve sexo antes de la cena, pero quiero más.

Lo besé como yo sabía hacerlo y como a él le encantaba. Fuerte y salvaje, arranqué su camisa y pasé mis uñas por su espalda.

Reaccionó, subiendo conmigo al escritorio, me besó de nuevo pero descendiendo la velocidad. Se apartó y me miró.

- eres tan hermosa, Cher - pasó sus dedos por mi rostro - en realidad tengo suerte de tenerte - me susurró.

- ven conmigo - musité - ven a ser libre conmigo, seremos los dos, solamente tú y yo- me iba a acercar a besarlo pero me apartó.

- ¿estás loca? - preguntó.

Se apartó y se paró del escritorio poniéndose la camisa, que ahora estaba sin botones gracias a mi.

- ¿por qué todo el mundo dice eso? - rodé los ojos - ven conmigo...

Fui interrumpida porqué alguien tocó la puerta. Nos miramos, mierda.