Capitulo 7

420 33 4
                                    

Al abrir mis ojos a la mañana siguiente, aún estaba acurrucada contra su pecho, ninguno de los dos nos habíamos movido si quiera y en cierta forma lo agradecía, era agradable despertar de esa forma y más el verlo dormir tan tranquilamente, creo que era el momento donde más me agradaba, se le veía tan tranquilo, delicado y hasta un poco ¿vulnerable?, no pude evitar mirar su rostro de reojo y de inmediato sonreír, tenía una idea, una con la que podría cobrarme varias cosas, claro sólo si lograba moverme sin llegar a despertarlo, en ese momento tenía que ser como un ninja, ágil, silenciosa y sobre todo mortal, oh si, era hora de que la "gran ninja" Himeri hiciera de las suyas, así que no lo dudé, con cuidado le hice soltarme y rode hasta el extremo de la cama, justo al lado de mi mesa de noche, donde en una de las gavetas estaba un marcador aprueba de agua, justo lo que necesitaba para llevar a cabo mi macabro plan. Con el marcador en mano, rode despacio hasta donde el, mordiendo mis labios en lo que evitaba reír mientras me pocisionaba sobre su cuerpo, dejando mis piernas a cada lado de sus costados y ya sin más, abrí el marcador, pero justo cuando iba acercarlo a su rostro, el abrió uno de sus ojos ¡Mierda, estaba en problemas!.

El aún adormilado sonrió de una manera muy amplia, tanto que me daba miedo.

-¿Qué se supone que haces?.- Pregunto.

-Na-nada yo. . Yo sólo iba a levantarme y tu estas atravesado. . Así que. . - Si estaba nerviosa, no sabía de lo que sería capaz de hacer en esos momentos.

- Podrías haberlo hecho del otro lado.- Murmuro desmintiendo mi excusa barata..

- Ci-cierto, con permiso.- Canturrie aquello último, bajando me de encima de el, lentamente para ir a levantarme por el otro lado de la cama, pero como siempre el señor psicópata, me llevaba ventaja.

Rápidamente tomó mi mano, justo donde estaba el marcador, tomó este con su otra mano en lo que con un ágil movimiento me hacia caer boca arriba en la cama y se posicionaba sobre mi.

- Te atrape.- Canturreo, introduciendo su dedo índice dentro de esa parte superior de mi pijama, deslizando lo hacia abajo y dejando parte de la piel de mi pecho expuesta.

- Tsuzuku. . - Susurre, removiendome un poco, temia que intentara bajar de más aquella prenda, pero no paso mucho para que se detuviera y comenzara a escribir cerca de uno de mis senos, haciendo que mi piel se erizara.

- Creo que se te ve bien.- Dijo, acercándose a dejar un beso en aquella zona, justo en el momento que se abría lentamente la puerta de mi habitación.

- Tsu-zu-ku.- Se podía escuchar la voz "maligna" de mi hermano y con eso fue más que suficiente para que ambos nos alejáramos el uno del otro, prácticamente aterrados.

- Buenos días, Ryuta.- Dijo Tsuzuku sin llegar a quitar su buena cara, sin duda el día de hoy estaba de buen humor.

-¿De que habíamos hablado? ¡No le hagas cosas. . Rar!.- Entre aquellas palabras, volvió a suceder lo mismo, Ryuta fue directo al suelo, cayendo desmayado en frente de ambos, su piel se veía realmente pálida y sin duda me hacia preocuparme.

- ¡Ryuta!.-Dijo Tsuzuku en lo que se apresuraba a acercarse hacia a el para intentar despertarlo- Lo llevare al hospital.- Dijo, levantándolo como podía.

- iré contigo- Susurre, ganando la atención de Tsuzuku el cual inmediatamente negó

- Tu quédate aquí.-

Su tono seco y varonil me lo dijo todo, nunca lo había visto de esa manera pero aún así, no dejaría sólo a mi hermano

- Pero. . Tengo que ir con ustedes, ¿que se supone que pasara si es algo grave?.-

『Dulce y peligroso camino de espinas』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora