Mi mundo particular.

1.6K 110 28
                                    

Me encuentro en un prado verde tumbada en el suelo, el sol me acaricia con sus rayos, me siento bien... Es una bonita sensación.

Me incorporo después de disfrutar la hierba bajo mis dedos y en mi cuello durante un rato... Me siento con las piernas cruzadas y me quedo maravillada ante lo que se encuentra frente a mí. Un poco más lejos hay un río de agua cristalina, lo sigo con la mirada y me lleva a una gran montaña. El cielo es azul un azul que me hace sentir bien, un azul que hace que vuelva a tumbarme sobre la hierba para disfrutar de él y de las pequeñas bolas de algodón blanco que circulan por él.

Comienzo a buscarle formas a las manchas blancas que se encuentran a saber cuántos metros sobre mi cabeza. Debe ser maravilloso estar allí arriba y más si debajo de ti hay un paisaje como éste. Una nube me recuerda a un perro que corre tras una pelota, formada por otra nube mucho más pequeña que la anterior. Otra me recuerda a un cisne, uno de esos seres tan majestuosos y tan blancos, tan puros... Una de las que se encuentra más a lo lejos me recuerda a una persona sonriendo y en mi mente aparece el rostro de Riley, con una sonrisa que invade todo su rostro; levanto la mano para poder acariciar esa nube que me recuerda a mi amiga, algo que es imposible, pero muevo mi mano como si lo hiciese. Entonces me doy cuenta de otra nube que está muy cerca de la que intento alcanzar, ésta parece ser un libro que persigue a la primera y no puedo evitar pensar en Farkle, él es muy inteligente y siempre va detrás de Riley para que no le pase nada, le importa demasiado. Mucho más alejada de las otras dos logro ver una tercera nube que me hace recordar a uno de mis amigos, Lucas, puede que esté loca pero yo veo el rostro de Lucas perfectamente definido sobre esa nube pero con un detalle sobre su cabeza, un sombrero de vaquero. Inmediatamente después veo otra nube, esta tiene forma de guitarra y al lado de ella hay otra que parece ser una nota musical; esta nube se encuentra al lado de la que tanto se parece a Lucas, van a la par. Me quedo observando esta maravillosa escena de las dos nubes y comienzo a cantar. Cantar me hace bien es una sensación maravillosa.

Continuo cantando tumbada en la hierba y observando las cuatro nubes que se van acercando hasta quedar las cuatro alineadas. Hasta que muevo ligeramente la cabeza y veo un árbol y al lado de este un coche blanco, desgastado, no creo que funcione pero eso no es lo que busco. Como si me llamase aquel lugar me incorporo hasta encontrarme de pie sobre la hierba y siento una dulce brisa que mueve mi pelo, la sensación es fantástica. Me fijo y voy vestida con un vestido blanco precioso. Inmediatamente mis piernas comienzan a moverse hasta aquel lugar y sin pensármelo dos veces subo al techo del coche, desde aquí las vistas son mejores.

Desde mi antiguo lugar no veía ni una décima parte de lo maravilloso que es este lugar. Ahora giro mi cabeza hacia la derecha y veo un lago enorme que antes no podía ver, en él veo unos cisnes flotando sobre el agua cristalina y veo saltar un pez fuera del agua para volver a adentrarse, dudo que los pueda oír desde esta distancia pero mi cerebro comienza a reproducir un sonido del agua chapoteando cada vez que alguno de esos seres sale para mostrarme su agilidad y después vuelve a su hogar.

Detrás de mí hay un árbol, prácticamente no tiene hojas pero aun así es maravilloso. Vuelvo a girarme para observar el horizonte y perder mi mirada en las majestuosas montañas que se alzan delante de mí.

Comienzo a cantar, simplemente por el hecho que en ese momento no siento ninguna atadura, ningún problema, no hay complicaciones, no siento temor, no siento dolor, no siento culpa, sólo siento los rayos de sol que me abrazan y la suave brisa que ondea mi pelo.

Mientras canto comienzo a escuchar el sonido de unos pájaros que imitan mi melodía, no los veo, los busco con la mirada de un lado a otro pero no los encuentro, cierro los ojos, puede que no los vea pero los puedo oír y me gusta.

Cuando termina la canción abro lentamente los ojos para poder ver por ultima vez aquel precioso lugar...

- ¡Maya!- me grita el profesor Adams, haciéndome volver a la realidad.

- ¿Qué?- le digo indiferentemente.

- Estás distraída- me dice mientras da goles en el suelo con su pie.

- No.- niego.

- ¿De qué estaba hablando?- me pregunta con una sonrisa maliciosa sabiendo que no iba a saber responderle.

- De los riesgos de los pesticidas- oigo la voz de Lucas susurrándome débilmente en el oído.

- De los riesgos de los pesticidas- repito lo dictado por mi amigo.

El profesor me mira incrédulo, se da la vuelta y continua explicando. Yo me inclino débilmente hacia atrás para acercarme a Lucas.

- Gracias vaquero.- susurro para que nadie me oiga, espero que lo haya escuchado, paso de repetirlo.

- ¿Me has dado las gracias?- Me pregunta y aunque no le estoy viendo el rostro apostaría que está sonriendo con una de sus sonrisas que me dejan sin habla.

- No sé.

- ¿Cómo que no sabes?

- Lucas Friar, ¿hay algo que quiera comentar con la clase?- pregunta el profesor que se acaba de dar la vuelta para fijar su mirada en nosotros.

- No profesor- dice Lucas agachando la cabeza.

No volvemos a hablar en toda la clase. Lucas no quiere meterse en líos por hablar otra vez, Riley y Farkle son muy buenos estudiantes y están atentos... Y yo, yo estoy recordando cada sensación de aquel maravilloso lugar.

Cuando salimos de clase nos dirigimos a las taquillas para coger los libros para la siguiente hora, historia. Tenemos que presentar los trabajos, Farkle y Riley están muy contentos con su trabajo, no nos han contado mucho... Farkle dice que no hay que fiarse de la competencia y nos han dejado a Lucas y a mí solos mientras ellos se han ido a echarle un último vistazo a su trabajo.

- ¿Qué tal?- me pregunta Lucas que está apoyado en la taquilla que se encuentra a la derecha de la mía.

- Bien, ¿y tú? - es lo único que se me ocurre antes de cerrar la taquilla, después de sacar lo necesario para historia.

- Bien... Tenemos que repasar nosotros también el trabajo.- me dice pero antes de que pueda decirle que sí, continua hablando- ¿Qué te ha pasado en clase del profesor Adams?- me pregunta Lucas que ha dejado de apoyarse en la taquilla para ponerse delante de mí.

- No sé de qué hablas.- Le digo siendo yo la que esta vez se encuentra apoyada sobre las taquillas.

- Estabas distante.- dice Lucas mirándome fijamente a los ojos, haciendo que aparte la mirada.

- No sé... Simplemente estaba no sé... Distraída.- digo con media sonrisa.

- Estabas en tu mundo particular.- me dice con una sonrisa.

- Sí, en mi mundo particular.- digo con una sonrisa.

Nos miramos a los ojos los dos con una sonrisa sincera y cálida. ¿Qué pasará por su cabeza? Observo su rostro, comienzo por su pelo despeinado; después paso por sus ojos, los que poseen un brillo singular; ahora poso mi mirada en sus labios que aun esbozan esa sonrisa cálida y agradable, que hace que me sonroje sin apartar mi mirada que vuelve a ascender hasta sus ojos.

"Vaquero, cómo me gustaría que vengas conmigo a mi mundo particular"

Espero que os guste el nuevo capítulo! Votad si os ha gustado y comentad todo lo que queráis ;) No olvidéis que los leo todos y me animais a escribir más y antes >.<

Algo que quisiera decirte  (lucaya)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum