Algo que quisiera decirte (lucaya)

El regalo de color.

En cuanto siento las manos de aquel hombre suelto un grito al que él responde tapandome la boca con una de sus manos. Muevo la cintura de un lado a otro para poder escapar de él, pero es más fuerte que yo. Le doy patadas pero aquel individuo ni se inmutaba. Entonces agarro más fuerte el paquete. Muerdo su mano, por lo que, la aleja de mi boca y en cuanto veo la oportunidad le pego con el paquete.

El hombre de la gorra se lleva las dos manos a la sien derecha. Voy a correr para entrar en casa pero entonces me quedo mirando su cara.

- ¿Vaquero?
- El mismo que viste y calza- dice mientras se intenta poner en pie.
- ¡Serás estúpido!- le grito y le pego una patada.
Estoy a punto de entrar en casa cuando una vez más me agarra por el brazo y me estira hacía detrás. Me doy la vuelta para decirle un par de cosas a la cara y me doy cuenta de que estamos muy cerca, tanto que la punta de mi nariz toca la suya.

- Me has asustado, Mc Boing Boing.- digo mientras me separo de él.
- La increíble Maya Hart se ha asustado.- No sé pero me sonrojo al oír lo de increíble.
- Sí y por tu culpa.- le reprocho mientras le doy un puñetazo en el pecho.
- Lo siento no era mi intención- dice con una sonrisa.
- Claro que era tu intención. - Le digo entrecerrando mis ojos.
- Bueno un poco.- dice entre risas.
- ¡Qué gracioso que estás hoy!- Digo mientras me acerco a la puerta.- Y toma tu supuesto paquete- le digo al darme cuenta que aún tengo el paquete en las manos y se lo lanzo con fuerza contra el pecho.
- No te enfades.

No digo nada simplemente le miro seriamente.

- Y si que ed un paquete.- dice recogiendo lo que anteriormente le he lanzado, es un regalo.
- No tengo ganas de regalos, ni de bromas, ni de hablar... Has elegido un mal día.- Aunque la verdad es que sigue mi intriga por li que será.
- Por eso mismo he venido.

No entiendo lo que dice así que simplemente le pongo una mueca.

- Si lo abres sabrás de lo que estoy hablando- dice extendiendo su mano con el paquete en mi dirección.

Le miro los ojos durante un par de segundos desconcertada. Seguidamente comienzo a bajar la mirada hasta el paquete que sostiene con la mano.

Lucas mueve la mano de arriba abajo para que lo coja pero no lo hago.

- Venga... Se me está cansando el brazo.
- Bueno...- digo mientras se lo arrebato rápidamente de su mano.

Entro en la casa, Lucas hace lo mismo y cierra la puerta después de entrar pero sin dar un portazo.

Me siento en el sofá y él se queda de pie observandome mientras abro el misterioso paquete.

Quito un trozo de celo e intento quitarlo con cuidado pero me pongo nerviosa y comienzo a romper el papel que lo envuelve estirando por todas partes. Entonces se comienza a ver una caja de colores que cojo con mi mano derecha mientras tiro el papel al suelo con la otra.

- ¿Colores?
- Sí...-dice mientras mira al suelo- espero que te guste.
- Sí, gracias.

Como si hubiese dado a un botón Lucas eleva la mirada rápidamente y me mira esbozando una sonrisa. Se acerca y se sienta a mi lado.

- Son 24, la de la papelería me ha dicho que son muy buenos- dice mientras coge el paquete de colores de mis manos.
- Sí, reconozco la marca.
- Me alegro.
- Pero...
- ¿Pero qué?- dice mientras deja la caja de colores en la mesita de café y me mira preocupado.
- Siempre he querido comprarmelos de esta marca pero son muy caros...
- Ahh... Solo era eso, me habías preocupado- dice mientras de rasca la nuca con la mano derecha y me dedica una de sus sonrisas...

Me doy cuenta de que me he quedado observando su sonrisa y me pongo roja, así que dejo de mirarle y miro la caja de pinturas.

- No puedo aceptarlo.
- ¿Por qué no?
- Porque es muy caro y...
- Y nada, te lo vas a quedar.
- Pero... ¿por qué?
- Porque eres mi amiga...
- Ya pero no es mi cumple, ni ninguna fecha importante.
- Sí es un día importante.
- ¿Cuál?- le digo desconcertada.
- Hoy es el día en el que Maya Hart, una gran amiga mía, se encuentra desanimada, y yo no quiero verte así.
- Gracias...
- De nada. Sé que te anima dibujar y pintar... Así que el regalo perfecto.
- Sí, sí que lo es.- digo mirándole.
- Menos mal, si no habría quedado muy mal.- dice entre risas.
- No sé como agradecertelo.
- Yo sé como.
- ¿Cómo?

Se echa hacia atrás colocando sus dos manos sobre su nuca como si estuviese tomando el sol, me mira y después cierra los ojos y durante un minuto nadie dice nada, la verdad es que me asusta lo que pueda decir.

- Dedicame tu mejor sonrisa - dice de repente mientras abre sus ojos deprisa.

Esbozo una sonrisa con timidez, me mira y mueve la cabeza de un lado a otro.

- No, no... Puedes hacerlo mejor.
- No estoy de ánimos.

Me mira de arriba a abajo y de abajo a arriba deteniéndose en mi rostro. Observa el inicio de mi cabello rubio, desciende la mirada hasta mis ojos azules, después me mira la boca que forma una linea recta. Después se echa un poco para atrás para observarme mejor.

- Entonces necesitas ayuda.- dice mientras me sigue observando, me pone nerviosa así que me sonrojo y decido mirar hacía otra parte pero siento su mirada en mí.

- Maya...- Me dice mientras me roza el brazo con su mano para que me gire...
- Vaquero...- Digo con un hilillo de voz mientras le miro atentamente.

Durante un par de minutos solamente nos miramos en silencio hasta que Lucas cierra sus ojos y acerca su rostro hacia al mio, demasiado cerca pero yo no me muevo, me quedo inmóvil mirando como su cara se acerca cada vez más a la mía, lentamente pero sin detenerse.