Capítulo V.

4.4K 175 28
                                    

Alexis estaba a un costado del campo de football. Se estaba estirando junto a grupo de porristas mientras reían y sonreía. Su equipo lo miraba con recelo, no sabían si de verdad era cierto que había dejado el equipo o sólo estaba haciendo al tonto.

Alexis, por lo pegado y adherido que tenía el leotardo, no usaba ropa interior más que el jockstrap que le había regalado Noah. Sabía perfectamente que se marcaban las líenas sobre la lycra, y eso le hacía sentirse extrañamente bien. Se sentía... como una zorra. Se sorprendió que no tenía ningún adjetivo para describirse, ninguno que se adecuara en español. Podría decirse a sí mismo slut, fag, bitch boy, pero en español no encontraba la manera de definirse.

-Ey, femboy –le gritó un receptor que recogía unbalón cerca de él-, ¿quieres esto? –preguntó mientras se sujetaba la entrepierna y reía.

-La verdad es que sí –murmuró Alexi mientras se cambiaba los Toms blancos por unos tenis de porrista.

Hizo las rutinas y como estaba tan delgado y flexible, el equipo votó para que lo elevarán.

Igual que a las chicas.

-¿De... de verdad? –preguntó él sin poder contener la emoción.

-Sí, por nosotros no hay problema –dijeron los chicos sin preocuparse.

-Sí, me encataría hacerlo.

-Bueno, entonces olvida las rutinas de los hombres y enfocate en la de las chicas. Tendrás que levantar la pierna y hacer lo que hagan ellas para que todo encaje, ¿de acuerdo?

-Sí, sí, me esforzaré todo lo que sea necesario.

-Oye, no tienes que decírmelo a mí –le contestó el chico-, soy menor que tú. Además no tienes que presionarte. Estamos aquí por gusto.

Alexis sonrió. Veía a todos los chicos de una manera diferente. A cada uno le encontraba algo lindo o agradable, pero lo que más le excitaba era la idea de sentir su entrepierna en su mano.

Volteó la mirada al campo antes de terminar el entrenamiento. Vio a Noah correr para atrapar un balón. Su figura delgada cruzó el camino del sol al brincar. Era una figura pequeña y delicada.

Alexis nunca había pensado en la idea de que un femboy lo dominara. Siempre había cogido con chicos... chicos. No quería ser peyorativo, pero así lo veía él. Cogía con hombres que le pegaban la cabeza la almohada y rasguñaban su espalda, dejando en claro quien era el que mandaba. Pero, por alguna razón, quería sentirse más sumiso aun, quería que un femboy, un chico afeminado y mariquita lo cogiera. Sería como la joya de la corona. Sería un sumiso total.

Sacudió la cabeza. Eso no iba a pasar.

Recogió su mochila rosa pastel de la banca y echó a andar a la salida del campo sin quitarse el leotardo del equipo Zorros.

Caminaba provocadoramente, moviendo sus cadera más de lo necesario, sintiéndose sexy y zorra al mismo tiempo. Sabía que el equipo venía detrás de él y eso lo motivó a hacerlo más notorio.

-Oye, putito, ven. Aquí tengo algo que quieres –dijo uno de ellos mientras se acariciaba la tela sobre la entrepierna.

-Que culito, déjame hacerte mía. Se ve que sabes moverlo.

-Déjenme sola... -dijo Alexis en broma y río.

-¡Vean! Hasta se refiere en femenino. Es una zorrita. Una putita que quiere una erección dentro de ella.

-¿Quieres un poco de leche, gatita?

Alexis ronroneó sin dejar de caminar.

-Uf, no puedo esperar a a tener en mi cama al quarterback más putito del país. Le haré pagar todos los pases que lanzó haciéndonos quedar a la defensiva como basura. Te voy a hacer gemir mi nombre.

Diario de un femboy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora