DE INICIO A FIN; SEMPITERNO. ┋06┋

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La primera vez que le abrió su corazón supo que quería estar con ella el resto de su vida.

Todo comenzó con un viaje a su país de origen, Irlanda, con el motivo de asistir al aniversario luctuoso de su familia, y aunque hacerlo le resultaba aterrador, tenerla a su lado lo hacía sentir mejor. Nada malo podía suceder con ella en su vida, no cuando el tan solo verla lo sumergía en una inmensa paz.

No importaba que Astrid Grayson no estuviera a su lado de la manera en la que él lo anhelaba, eso era lo de menos, se sentía bastante feliz con el hecho de que ella formara parte de su vida y que le permitiera conocerla. La razón de su amor por ella era por su persona, no por lo que pudiera sentir por él o algo de lo que pudiera beneficiarse. Era ella, su sola existencia, su peculiaridad manera de ser y su rara personalidad encantadora en la cual no podía parar de pensar.

Su primer día de estancia estaba marchando bien para él hasta que la noche llegó, y tuvieron que reunirse con sus dos amigos, Bree y Ferris.

Aiden no estaba entusiasmado de salir, habría preferido mil veces quedarse, todavía no estaba listo para verlos y disculparse por sus actitudes del pasado. Aun así, asistió al lugar porque Astrid parecía emocionada de ir, y si ella estaba feliz con eso al demonio con todo lo demás. 

Por desgracia, su estado de ánimo fue empeorando a medida que se acercaban, cada vez le resultaba más difícil estar de pie, y las pesadas respiraciones lo estaban sofocando. Aun así, por imposible que pareciera, eso logró cambiar en un parpadeo, como si la estrella fugaz a la que le pidió un deseo por fin estuviera haciendo su magia, cuando se percató de que ella lo estaba mirando como nunca lo había hecho antes.

Nervioso y titubeante la acompañó afuera. Estaba seguro de que esa mirada significaba algo más, debía hacerlo, jamás había sido testigo de ese brillo en sus ojos, pero una parte de él se rehusaba a ilusionarse con la ridícula idea de que ella también lo quería.

Quería.

¿Qué posibilidad existía de que alguien con un corazón como el suyo lo quisiera a él, considerando la porquería de persona que se sentía...?

Pero, para su sorpresa, Astrid le pidió que le contará lo que sucedió en su cumpleaños.

Aiden Rumsfeld había memorizado cada palabra que Astrid le dijo como si se tratara de la letra de su canción favorita, la única melodía que hacía latir su corazón, y por un momento así fue cuando terminó de hablar e hizo lo mismo que ella esa noche, y no encontró resistencias de su parte. 

Por primera vez lo había elegido a él.



Prometo Destruirte. [Nueva versión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora