Con un trapo mojado repasaba mi frente, sus sonrisa perversa me hacia dudar de lo real que era todo. Sus ojos verdes se fijaban en los míos medio abiertos. Me mantuve quieta por un instante, observando cada detalle de su rostro, frenando las ganas de besarlo.
-Que ha pasado? -Dije finalmente con una voz ronca.
-Markus te estaba atacando, te dio un buen golpe y te traje a mi loft.
-Que haces aquí?
-Cuidarte. -Contesto aun con esa sonrisa.
-Por que has vuelto.
-De nada. -Dijo sarcásticamente, definitivamente Stiles le estaba pegando algo.
-Gracias, gracias por dejarme tirada luego de lo de Jennifer, gracias por estar en el entierro de mi madre, gracias por evitar que Markus intentara violarme luego que por desesperación me hiciera su novia, para poder olvidarte. Gracias Derek. -Respondí, levantándome.
-Tenia que irme, Cora no estaba a salvo, debía obtener mas respuestas, era necesario.
-Bien venido. Camine hacia la puerta, pero antes de salir Derek me detuvo.
Se coloco lo mas cerca posible de mis labios, apretó su cuerpo al mio, no me había dado cuenta que tenia una camisa de él. Luego se acerco mas hasta dejar sus labios reposando en mi mejilla.
-No te vayas, porfavor. -Me suplico en un susurro.
-Por que iba a quedarme?
-Porque te amo.
Ya había perdido la cuenta de cuanto tiempo estaba esperando esa frase salir de su boca. Me aleje de él intentando mirarlo, él no pudo evitarlo e intento besarme, pero le detuve con los tres dedos del medio, sirviendo como barrera entre sus labios y los míos.
-Repite-lo... -Susurre con un poco de suplica.
-Te amo...-Mis dedos se apartaron para poder besarlo. -Te amo. -Volvió a decir, mientras sus manos acariciaban mis mejillas y mis brazos lo rodeaban. -Te amo. -Dijo de nuevo, levantándome la camisa. -Te amo, te amo, te amo, te amo, mil veces te amo.
De un salto rodee mis piernas a su cintura, mientras el repasaba mi cuello con su labios. Me llevo a su cama y una vez allí, volví a ser suya y él mio. Su mano en mi cintura y las miás rasgando su espalda. Esa boca perforando cada rincón de mi ser, el tacto de su barba de tres días y nuestras manos entrelazadas mientras los gemidos empezaban a salir de nuestras bocas. La cabeza me dolió un poco pero que mas daba.
Volví a estar rodeada por sus brazos, volví a tener su mirada en la miá, antes de dormir. Aparto un mechón de cabello de mi cara y guardamos silencio. Algo en mi volvía a cobrar vida, o por dios podía estar mas enamorada? Como podía amar así? Derek Hale, mi tentación, mi pecado, mi secreto. De-rek como un nombre tan simple podía hacer temblar mi cuerpo con tan solo oírlo.
-Eres preciosa. -Me dijo rompiendo el silencio.
-Hablan lo ojos del amor.
-No, hablan los ojos de la verdad.
-Tu eres perfecto. -Conteste sonriendo.
-Esos son los ojos de la verdad también. -Dijo, sacándome una sonrisa. -Perdón.
-Alguien mas sabe que estas aquí?
-No, solo Peter. Cuando encuentre a Markus lo matare.
-No lo harás. -Derek me miro con una desconcertado. -Sigue siendo mi novio.
-Que? Que? -Casi grito.
-Markus, algo pasa con él, la única forma de descubrir que pasa es haciéndole pensar que estoy con él, Derek sé porque te digo esto, llevo tiempo pensándolo, debes confiar en mi.
-No puedo dejarte sola con ese canalla.
-Confiá en mi, te prometo que todo ira bien, solo confiá en mi.
-Vale, pero prometeme algo. -Asentí con la cabeza, sorprendida de haberlo convencido tan rápido. -Vente a vivir conmigo.
Una sonrisa se dibujo en su cara, era casi como pedir matrimonio.
