Jack era diferente. No sabía porque, pero lo era; sabía que haría cualquier cosa por él.

Después de que Austin me metiese una buena bronca, alegando que podría habernos puesto a todos en peligro, y después de que me prometiese hablar con el otro grupo de vampiros y tomar medidas si seguían sin respetar las normas, fui hacia mi habitación.

Por el camino a esta, me encontré a Gerard y Frank.

Frank estaba cogiendo a Gerard de la cintura y dejando besos en su cuello mientras el peli rojo se reía feliz.

"E-Espera, Frank..." Dijo entre risas. "Tengo que hablar con Alex."

Me paré frente a la puerta de mi habitación, delante de la de ellos, al oír mi nombre y lo miré.

"¿Conmigo? ¿Sobre qué?" Pregunté curioso.

El chico consiguió separarse de su novio y le susurró algo al oído, a lo que él se fue a su habitación sonriendo tras darle un último beso en la mejilla a Gerard.

"¿Hablamos en tu habitación?" Me propuso, y yo asentí, invitándole a pasar para luego pasar yo y cerrar la puerta detrás de nosotros.

Cuando me giré, el chico ya estaba sentado cómodamente en mi cama.

"¿Crees en el destino?" Empezó, antes de que yo pudiese si quiera preguntarle que quería.

"No lo sé... ¿A qué viene esto ahora?" Cuestioné, sentándome a su lado con la espalda apoyada en la pared.

"Viene a que a veces los caminos de dos personas se cruzan y llámalo destino o estar predestinados o lo que quieras; pero vuestros caminos se han cruzado por algo." Lo miré extrañado, preguntándome a que venía aquella charla tan filosófica. "Lo que quiero decir es que, por mucho que diga Austin, al final lo que importa eres tú y lo que tu sientes o quieres. Si ese chico te hace feliz, ves a por él, porque quizás es cosa del destino que tú estuvieses por esa zona el día en que a ese humano lo atacaron; pero al final es cosa tuya que haces."

Verdaderamente me quedé sin palabras tras aquel discurso de Gerard, él siempre había sido así, le gustaba darle vueltas a las cosas e ir más allá de lo que conocemos. Igual que estaba fascinado con el espacio y todo lo que pudiese haber ahí arriba. Y a veces se me olvidaba lo bueno que era dando consejos o animando a alguien.

"Lo que me estás diciendo es que has estado espiando todo lo que decíamos de nuevo, ¿no?" Me Burlé, mirándole acusatoriamente.

Él se sonrojó, como un niño pequeño al que acababan de pillar con la mano dentro del tarro de galletas, y me golpeó el hombro.

"Es broma." Me reí. "Gracias."

"Va, y ahora cuéntame, ¿cómo es ese chico, cómo se llama?"

Me reí, ya me extrañaba que mi amigo no quisiese cotillear.

"Se llama Jack, es... genial. Es decir, le gustan las mismas cosas que a mí, las mismas bandas, las mismas películas -todo y que tiene una obsesión malsana con Home Alone- y es muy gracioso." Dije, casi sin respirar y sonriendo como un tonto solo de pensar en él y sus tonterías. "No sé... nos conocemos desde hace relativamente poco pero siento algo que no había sentido por nadie en mi vida. Es... raro."

"Es el destino~" Canturreó el peli rojo.

Sin darnos cuenta, nos quedamos hablando y hablando hasta que Frank acabó uniéndosenos porque se había cansado de esperar a su novio en la habitación.

...

Al final, las horas fueron pasando lenta y dolorosamente, y por fin era la hora de ver a Jack. No estaba seguro de si vendría, pero si lo conocía lo suficientemente bien lo haría.

✧ i'm dying to live ✧ || נαℓεx #1Where stories live. Discover now