X: Como si nada hubiera pasado.

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Su celular sonó indicando una llamada entrante. Con una mano siguió cargando al minino y con la otra tomó el teléfono sin siquiera ver quien llamaba.

Louis aquí —contestó.

Hola... —una voz masculina estaba al otro lado de la línea, una que hace mucho no había tenido el placer de escuchar.

Liam, ¿pasa algo? —se detuvo un momento para escuchar con atención.

— ¿Podemos hablar?

Hmmm, ¿sobre qué? No estoy en casa —No quería ser grosero, pero aún recordaba como su mejor amigo lo había tratado el día en que intentó hablar con él respecto a la situación que tenía con el profesor de francés.

Lo sé, estoy en ella ¿Tardarás mucho? ¿Puedo esperarte? —un suspiró fue lo único que Liam escuchó—, por favor.

Estaré en cinco —colgó sin esperar su respuesta.

Fue rudo con el chico, aunque en el fondo aceleró su paso porque estaba seguro que si Liam había perdido su orgullo para hablar con él, era porque verdaderamente lo necesitaba.

Lo mejor de todo era que el Riverside estaba a unas cuantas cuadras de donde vivía, así que llegó en tiempo record. Cuando entró a su casa, depositó las llaves en la pequeña mesita, sin soltar a su nuevo amiguito negro.

Lottie fue la primera en saltar de la mesa, dejando su tostada a medio comer sólo por correr hacia el gatito.

— ¡Dios, es hermoso! —Intentaba arrebatarlo de los brazos de su hermano mayor—. Louis, préstamelo un rato, por favor —lo miró con cara de súplica y Louis no se pudo negar porque en ese mismo instante vio a Liam justo al lado de donde Lottie estaba sentada.

—No vayas a sofocarlo, Lottie —advirtió—, es tímido. —La pequeña rubia negó con la cabeza y subió directo a su habitación con el gato ahora en sus manos. Al parecer Louis había conseguido una aliada para poder convencer a su madre—. Y cámbiate la pijama, es tarde.

Se sacó la sudadera por completo y cuando no encontró algo en que posar su atención, tuvo que mirar a Liam. Camino hacia el comedor redondo y se sentó frente a él, para poder verlo después de mucho tiempo.

Su amistad era casi tan grande como una hermandad y las palabras sobraban para saber que algo andaba mal con Liam. Algo que seguramente tenía que ver con el hombre mayor que le ayudaba a pasar sus exámenes con diez.

— ¿Qué ha pasado? —se sirvió un vaso lleno de jugo y comenzó a hablar. 

—Su esposa nos ha cachado en la cama —soltó sin poder contenerlo más. De alguna forma eso no sorprendió a Louis, sabía que iba a pasar aunque fue demasiado rápido.

— ¿Y qué ha hecho él? —preguntó mientras mantenía su labio inferior atrapado por sus dientes.

—No importa que ha hecho él, Louis, lo que importa es que ha hecho ella —su voz sonaba quebrada—. Me humilló, me sacó de su casa en ropa interior y me grito que todos a mí alrededor se enterarían de que me gustaba meter en la cama de hombres mayores.

Louis miraba con pena a Liam. Aunque trataba de componer su voz y evitar las lágrimas, él sabía que su mejor amigo se encontraba mal. Estiró su mano y la posó en la del moreno, dándole a entender que no importaba todo lo que había pasado entre ellos, Louis siempre estaría para él.

—Tengo miedo de que todos se enteren de lo que hice, Louis —La forma en la que Liam apretaba su mano dolía, pero sólo así podía hacerle saber lo preocupado que estaba.

BOUNDLESS. [Larry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora