Así que motivado por aquel instinto deliberado y malévolo que poseía, y por tanta insistencia por parte de la mujer, decidió jugarle o darle una pequeña lección, haciéndole creer que estaba de acuerdo para recuperar su humanidad.


Ah, como le encantaba hacer ese tipo de cosas.


En los próximos seis meses habían convivido como amigos e incluso como algo mas, Lexy había hablado con Damon sobre Katherine, pensando que si hablaba de ella, sería más fácil que regresara más rápido. Pero nunca le pregunto por su hija. Por Dena.


Siempre apartaba el tema y no lo presionaba para preguntarle en donde se encontraba la pelinegra de ojos azules.


Era de noche cuando ambos estaban en el bar que frecuentaban; Billy. Bebían y reían mientras hablaban de temas triviales, pero Damon pensó que ya era hora deshacerse de la rubia de una vez por todos. La engatuso como solo el sabia y terminaron teniendo sexo en el techo de aquel bar.


A la mañana siguiente el sol se coló por la piel de la rubia, ocasionando el típico ardor de estarse quemando, esta corrió hasta la puerta del lugar, escondiéndose del sol.


— ¿Qué demonios? –gruñe confusa, buscando el anillo en su dedo.


—Hola, cariño –Damon le sonríe–. Tal parece que buscas esto –alza la mano, enseñándole su anillo solar.


— ¡Jodido idiota! –grita, para luego callar y examinarlo–. ¿No la has prendido, verdad?


— ¿Tu qué crees?


—Eres un imbécil, Damon –frunce el ceño–. ¿Piensas vivir toda tu vida sin humanidad mientras tu hija está desaparecida? –murmura–. Hazlo, enciéndela por ella.


Damon solo suelta una carcajada.


— ¿Es que no lo entiendes? –bisbisea con aparente indiferencia–. No puedo prender mi humanidad por ella, ¿y sabes por qué? –alza las cejas, dándole entonación a sus palabras con voz burlona–. La apague por ella.


—Damon, si están peleados puedes arreglarlo, Dena siempre vuelve a ti, ella lo comprenderá.


—Ese es el problema, ella no va a regresar, rubia, lo que me pides es imposible –ríe ante la cara de confusión de la mujer–. Si no me equivoco "mi hija" –hace comillas–. Debe de estar ardiendo en el infierno, totalmente literal.


— ¿Qué demonios quieres decir? –cuestiona.


Damon rueda los ojos. —Está muerta.


El aire en los pulmones de Lexy escapa ante la repentina e impactante confesión. — ¿Qué?


—A parte de rubia, sorda –grazna con irritación–. Dena está muerta, fuera de este mundo, en el más allá, bailando limbo, como quieras llamarle.

Salvatore ➳The Vampire Diaries [1]Where stories live. Discover now