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"No mostrar sentimientos, es la mejor manera de evadir el dolor"



La vida de Damon había cambiado.


Había cambiado desde el minuto uno en que le dio la espalda a su hija, dejándola morir de la manera más horrible que alguna vez pudo imaginar, sin siquiera darse a la tarea de intentar salvarla, de dar todo para que estuviera ahí, como se suponía que un padre debía de hacer por sus hijos.


Luchar hasta el último minuto.


¿Por qué lo había hecho? ¿Por qué no pudo quedarse? Lo hizo porque estaba asustado, porque había visto morir a la persona a la que más amo en toda su vida en medio de una sala de estar y él no había podido hacer nada, solo aceptar el inminente final; eso fue lo mismo que paso, la desesperación combinada con el miedo de no poder hacer nada para salvar a su hija lo llevo a cometer el peor error de su vida.


Y nada tenía sentido para él, la vida había dejado de ser colorida, la sangre había dejado de saber cómo agua con azúcar en su boca, cada una de las luces que lo alumbraban se habían apagado dejándolo en un camino a oscuras, preso de nada más que la culpa, la que lo embargo días después cuando su humanidad apagada se encendió de golpe al darse cuenta que ya no iba a haber más abrazos perezosos, más gritos, miradas furtivas, risas o ligeros y dulces te quiero, papá. Fue ese el momento en donde toco fondo, en donde la culpa lo embargo de tal manera que no pudo soportarlo y volvió a ser cobarde.


Un cobarde que no podía lidiar con la pérdida y el pesado sentimiento que se había instalado en su desquebrajado corazón, uno que volvió a apagar su humanidad para huir de lo que lo atormentaba.


Residía en Nueva York durante los años 70, más precisos era 1977, donde justamente habían pasado veintiséis años desde que volvió a apagar su humanidad.


Sin recuerdos que lo lastimaran, sin sentimientos que lo atormentaran.


Había mantenido una vida salvaje, llena de fiestas y contantes festines que el mismo hacía. Viviendo la vida al máximo, sin preocuparse de absolutamente nada. Porque eso es lo que hacía alguien vacío y roto por dentro.


Era mediado de septiembre cuando Lexy lo había encontrado, emborrachándose en un bar de las partes bajas de Nueva York. Ella y Stefan estaban al tanto de la situación que pasaba Damon, sabían que por razones desconocidas Dena no estaba con él para ayudarlo a prender su humanidad. Por lo cual, Stefan opto por mandar a su mejor amiga a ayudar a su hermano, mientras el buscaba pistas de su sobrina.


Claro, ellos no estaban al pendiente de que de alguna manera, Dena no se había alejado de Damon, si no al revés.


Lexy había pasado todos los días que pudo tratando de ayudar a Damon a traer su humanidad de vuelta, pero este simplemente se negaba. No entendía por qué la rubia quería que estuviera de vuelta, ¿acaso no veía que estaba completamente bien sin algo que le recordara lo que hizo?

Salvatore ➳The Vampire Diaries [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora