Mi día

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Me levanto a las 5:20 como de costumbre. Estoy en mi cama, mi pelo está recogido en un moño porque ayer por la noche hacía mucho calor en mi habitación, por esa razón llevo el pijama de manga corta, tiene un dibujo de una tostadora y una tosatada saliendo de ella, me la regalo Riley, el pantalón tiene el mismo estampado pero repetido un montón de veces y en pequeño. Después de pasar 10 minutos desde que he abierto los ojos me pongo en pie lista para entrae en la ducha.

Recojo mi ropa interior y lo que me voy a poner hoy, un pantalón vaquero corto y una camiseta negra. Dejo las botas negras fuera del baño para que no se mojen pero en la pueta para ponermelas lo más rápido posible. Entro al lavabo con chanclas y con la ropa en la otra mano. Dejo la ropa en un estante que se encuentra a la derecha de la puerta, cojo las toallas nuevas del armario blanco que se encuentra enfrente del inodoro y las cuelgo cerca de la ducha y mi ropa en el cubo de la ropa sucia. Dejo mis chanclas pegadas a la ducha y entro. Comienzo duchandome con agua calentita, cojo el champú y lo aplico por todo mi cabello rubio mientras lo masajeo haciendo que la espuma blanca aparezca. Una vez he terminado este proceso me enjuago muy bien y procedo a aplicarme el acondicionador. Mientras este actúa me enjabono el cuerpo, con un gel nuevo que ha comprado mi madre con olor a rosas. Una vez me he enjabonado me quito el acondicionador del cabello y el gel del cuerpo. Salgo de la ducha, me pongo mis chanclas, cojo mi toalla y me seco, al terminar me visto rápidamente, abro la puerta y me pongo las botas. Vuelvo a mi cuarto para dejar mis chanclas mojadas en la ventana para que se sequen, dejo laa toalla extendida en la silla que se encuentra en la misma habitación para que haga lo mismo.

Salgo y me dirijo a la cocina. Es bastante grande para tener en cuenta que sólo es para dos personas y casi nunca se encuentran las dos a la vez en la misma habitación. Tiene una encimera bastante larga de color negro, los cajones y los estantes son de color marrón claro, también hay una mesa redonda en la que cabrían perfectamente seis personas pero la cual nunca está llena, obviamente la mesa tiene sillas, seis para ser precisos. Posse los electrodomésticos principales: un horno, cuatro fogones de distinto tamaño cada uno, un lavaplatos, una lavadora y una nevera. Al fijarme más en ésta puedo observar una nota, avanzo y la recojo:
"Maya, ya me he ido a trabajar, tienes zumo en la nevera y pan en la mesa. El aceite está donde siempre al igual que la sal.
Mamá."
Y como siempre mi madre no se cuenta en casa cuando me despierto, deja una nota en la cual ni siquiera pone un te quiero.

Cojo un vaso del estante y lo lleno de zumo de naranja. Corto dos rodajas de pan y los meto en la tostadora, a los 2 minutos salen bien tostados y les pongo una gotita de aceite y una pizca de sal. Me siente en una silla y me tomo mi desayuno. Miro la hora y veo que son las 6:45. Así que cojo una chaqueta que se encuentra colgada al lado de la puerta y salgo. Antes de salir me acuerdo de que se me olvida la mochila, así que vuelvo a entrar y la recojo de mi habitación, está vacía pero sino llevo mochila Riley me suelta un sermón de los largos y no me apetece. Bajo las escaleras y me dirijo a casa de Riley.

Entre que bajo las escaleras y llego a la casa de Riley han pasado 14 minutos, así que miro mi reloj y cuando marca las 7:00 llamo a su puerta.
- ¿Maya? - Responde Riley por el telefonillo.
- Sí, baja.
- Vale ahora bajo.
- Si tardas mucho no cogeremos el metro que coge Lucas...- Le digo con voz burlona.
- Ya bajo. - Chilla ella.
Utilizar a Lucas siempre hace que consiga lo que quiero.

Riley abre la puerta de la calle y sale disparada.
- Vamos Maya- dice mientras anda a toda velocidad.
Esbozo una sonrisa en mi rostro y entonces la sigo.

Por fin hemos llegado al metro. Cuando entramos vemos a Lucas sentado al final del vagón como la primera vez. Él estaba allí sentado, leyendo cuando yo le vi, me pareció un chico muy guapo por lo que le dije a Riley que se girase, en cuanto le vio puso cara de loca. Yo me acerque y le hable, le hable muy rápido, comenzamos a salir y antes de que el dijese nada rompí con él, así que en cierto modo Riley es la novia de mi ex-novio... Algo más que agregar a la colección de cosas por las cuales mi vida parece un culebrón.
Nos acercamos a él.

- Hola, Lucas
- Hola, vaquero.
- Riley, Maya.
- ¿Ya has vuelto de ver el desfile de ganado con los demás vaqueritos?
- Maya.- Me dice Riley con una mirada de asesina.
- Tranquila Riley, no me ofendo de los comentarios de Maya.
- Uff... odio no poder hacerte rabiar pero lo conseguiré.
- Buena suerte señorita.- Dice mientras realiza el movimiento de bajarse el sombrero imaginario por la parte delantera.
- Aiiis.
- Bueno... ¿Lucas qué tal el fin de semana en Texas? - Dice Riley mientras se sienta en sus rodillas.
- Bien, me lo he pasado muy bien con mis amigos.
- ¿Había alguna chica?
- No.
- Muy bien, yo soy la única chica... - dijo Riley mientras le miraba a los ojos.

Los dos esbozaron una sonrisa. Estoy feliz de que mi amiga esté saliendo con el chico que le gusta pero odio que se ponga así, no porque este celosa ni nada por el estilo, es solo que odio estar ahí, me siento incómoda...

Espero que os guste este capítulo, escribiré otro cuando pueda, que espero será pronto.

Algo que quisiera decirte  (lucaya)Where stories live. Discover now