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Lunes. Por la mañana. 8:45. Me revuelvo en la cama. El sonido de mis hermanos peleando por algún juguete me despierta.

Me pongo la almohada en la cabeza. Me giro por completo quedando boca arriba. Me quito la sábana de encima, me molesta hasta su fino tacto. Abro
los ojos poco a poco y me quedo observando el techo. Luego vuelvo a cerrarlos. Bostezo. Otra vez. Luego tocan dos veces en mi puerta.

-Adelante. - digo con voz dormida. Luego entra mi madre con su hermosa sonrisa y mira mi habitación.

-Tranquila, la recogeré. - Ella suelta una pequeña risa aunque en realidad pensará "vaya hijo más desordenado tengo".

-Me voy a trabajar. ¿Hoy no sales? - me pregunta con el entrecejo fruncido. He estado saliendo el último mes en busca de un trabajo todos los días. Pero...

-No, hoy me quedo aquí.

-Está bien. Dile a Lali que si quiere puede llevarse a los niños al parque. - el sonido de su nombre desde los labios de mi madre me hace sentir tremendamente gilipollas. No le he
contado nada.

-Si claro. - asiento.

-Michelle ¿no va a salir hoy? - me pregunta. Ella está igual de cansada de ella que yo aunque no lo reconozca.

-No lo sé, pregúntale a ella. La verdad que no me interesa.

-Eres un poco borde con ella. Debes tratarla mejor Peter.

-Ya mamá pero es imposible. - me pongo en pie y estiro mis brazos. Un crujido proveniente de mi espalda me anuncia que estoy volviéndome un anciano. Mamá ríe y entrecierra la puerta, no sin antes decirme un...

-Hasta después cariño.

Me meto en mi cuarto de baño y dejo caer al suelo los bóxers. Aún algo adormilado, me meto en la ducha. Dejo caer el agua sobre mí con fuerza. Hoy se presenta un día...no sabría
describirlo. ¿Inquietante? Se me escapa de mi boca las notas de una de esas canciones que no se te va de la cabeza. Pero esa puta canción ha jugado sucio conmigo. Su letra se está
burlando de mí. "Y fue tan fuerte, volver a quererte, volver a creer en los dos. Bastó mirarte, volver a amarte. Para perderte de nuevo, amor". Al diablo con la cancioncita. Echo un poco de champú en mi cabello y
algunas burbujas bailarinas saltan desde arriba. Escucho un ruido, pero no lo tomo en cuenta. Después de lavarme el cuerpo y aclararme la cabeza dedico unos minutos de agua para mí solo. Simplemente cayendo en mi cabeza y en mi cuerpo y relajándome. Quizás y con suerte el agua logre aclarar todas mis dudas y pensamientos. Otro ruido aún más
fuerte y una risa. Decido salir del baño. Me seco el cuerpo y luego me enredo la toalla en la cintura. Agito unas cuantas veces mi cabeza y miles de gotitas salen volando en todas las
direcciones. Libres por fin. Salgo del baño y vuelvo a escuchar esa risa, pero un poquito más cerca. Y tan cerca.

-¡No! ¡Amy! ¡Espera! - grita riendo su inconfundible voz.

Trago saliva. De repente puedo observar a mi hermana tirando de Lali de la mano hacia mi habitación. Y por fin entran. Me mira. La miro.

-¡Hermanito mira, esta es Lali!

Pero yo no soy capaz de quitar la mirada de ella. Tiene las mejillas rozadas. Y está preciosa. Encontrarte con tu novio con el cual no estás en la mejor situación, acabado de salir de la ducha por culpa de su hermana, no debe de ser una situación bastante cómoda. Aunque a mí me resulta bastante divertido. Agito mi cabeza de nuevo y me acerco hasta ella. Me
mira expectante. Está enfadada y se muerde el labio inferior un segundo. Por no gritarme delante de Amy. Veo en sus ojos que desea matarme. Y eso me parece malditamente sexy.

-Encantando. Soy Peter Lanzani. - le tiendo mi mano mientras sonrío de lado. Ella me mira y eleva una ceja. Yo sonrío un poco más. Amy la mira atenta.

Desafío al corazón»Laliter  [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora