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Empujé a Nico, y corrí escaleras abajo me acerqué a mi mesa de noche y cogí las llaves de mi auto. Se me cayeron algunas cuantas cosas al suelo. Las ignoré y abrí la puerta para cerrarla al segundo bastante fuerte. Estaba furioso. Cabreado. Realmente enfadado. Bajé las escaleras y seguí caminando hasta llegar a la piscina, salté el muro que divisaba la calle de la universidad. Hacía dos días que no hacia este tipos de cosas que siempre hacia antes. Escaparme. Salir a tomar algo....le di una fuerte patada a un alambre que se encontraba en el suelo y en la oscuridad de la noche encontré mi coche estacionado donde siempre. Puse la llave, abrí y entré. Con la misma prendí el motor y me estacioné en carretera a casi 140 kilómetros por hora.

-Estúpido imbécil. - gruñí pegándole un puñetazo al volante. - Será idiota. - negué con la cabeza mientras me dirigía al bar de Dangelo. Estacioné el coche, pasé la llave y corrí hasta el bar.

-Hola Dan. - dije sentándome en la barra. Una morena de pelo largo me observó. - Un Vodka cargadito. - dije observando a la chica.

- ¡Hey Peter! - dijo Dan sonriendo mientras vertía el liquido en un vaso de tubo. - Hacia tiempo que no te pasabas por aquí. - me miró y me dio el vaso. Tomé un gran sorbo y con fuerza lo puse encima de la barra.

-Sí. - volví a mirarla, ella me sonreía coqueta. Volví a mirar a Dan. - Hacia tiempo.

-¿Cómo te va la vida? - me preguntó. - ¿Genial como siempre no? - carcajeó. Cogí la copa y lo elevé haciendo referencia del 'chin chin' para luego bebérmelo de golpe.

-Otro. - coloqué el vaso a su lado.

-¿Ahogando penas? - dijo volviendo a vertir el vodka.

-No, ahogando la furia.

-Uh. - sonrió y me lo acercó. Miró hacia mi lado. - Esa morena no te quita ojo de encima. - La miré y lamí mis labios, observé sus perfectos rasgos y su cuerpo de escándalo. Ella me observa incitándome. Se lleva la pajita a los labios, tomando un largo sorbo de su cóctel. De repente hace calor y tengo la frente perlada de sudor y tengo como la impresión de que, si de improviso me olvidara de todo, no me importaría. Termino de beber mi copa y me acerco a ella.

-Hola hermosa. - digo casi en un susurro sentándome en el taburete de su lado.

-Hola. - dijo mostrando una pequeña sonrisa en sus labios carnosos.

-¿Sola?

-Sí. - vuelve a acercarse la pajita a sus labios, volviendo a dar un gran sorbo, que me deja totalmente atontado. Me mira como si estuviese disfrutando del espectáculo.

-¿Te lo estás pasando bien? - mi única respuesta es una mirada con la que pretende ser totalmente provocativa.

-Bueno. - mordió su labio inferior. - Siempre se podría estar mejor.

-¿Y yo podría cambiar eso? - mojé mis labios. Hizo un gesto pensativo.

-Inténtalo.

El volumen de la música sube de pronto y una voz anima por el micrófono a la gente que se encuentra en el bar, alzando las manos. La observo esperando una respuesta y la tomo de la cintura, acercándola a mí.

-¿Te gusta jugar? - susurro pausante contra su oído.

Bien, mi pregunta toma una respuesta totalmente satisfactoria. Sin más, sin contestación a eso, responde de una manera más rápida.

Nuestros labios se rozan, y se comienzan a mover rápido. Mis manos bajan por sus caderas y recorren su espalda, mientras ella me estrecha contra su cuerpo. De repente, comienza a subir la temperatura...y todo lo que conlleva. Mi cabeza comienza a dar vueltas, pero me gusta. El vodka está tomando efecto en mi cuerpo y no sé si me encuentro mareado por eso o por todas las vueltas que están dando mis labios y mi lengua.

Desafío al corazón»Laliter  [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora