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-Mira, Lanzani, en serio. Piérdete.

Suspiré pesadamente y abrí la gran puerta del teatro.

Pov Peter

-¿Qué hora es? - me preguntó. Observé mi reloj.

-Las 6 y media. - la miré con curiosidad.

-Vale, pues adiós. - dicho eso se puso en pié y cerró el teclado.

Luego comenzó a caminar. Una vez más observe sus piernas. Lali tenía un cuerpo bastante llamativo. ¿Quién diría que debajo de esos pulóveres de manga larga de casi 4 tallas más y esos pantalones vaqueros de campana, estaría esta hermosura?

Podría ponerle una bolsa en la cabeza y me lo pasaría muy bien. Pestañeé varias veces. Me puse en píe y la llamé divertido.

-¡Oye! - dije en un tono alto.

-¿Qué quieres? - me dijo con desgana. Resopló.

-Tienes unas lindas piernas Espósito. - mojé mis labios. Ella elevó una ceja.

- Mira Lanzani, en serio. Piérdete.

Y se marchó. Me quedé de nuevo observando su figura. Observando el vaivén de sus caderas. Esa corta falda señalando sus largas y doradas piernas. Fruncí el ceño. ¿Qué te pasa Peter? Negué con la cabeza. Cerré la puerta y salté los escalones de dos en dos hasta llegar a mi habitación.

  Pov Lali


¿Lindas piernas? ¿Esposito? Fruncí el ceño. Subí los dos escalones.

¿Espósito? ¡Arrrgs! Corrí los últimos escalones y llegué hasta la habitación. La cerré y me quedé postrada en la puerta mirando a las chicas. Ellas me miraron rápidamente y se quedaron en silencio.

-Voy a morir. - dije por fin seria observándolas. Luego, estallaron en carcajadas.
Me acerqué a mi cama y me tiré en ella prácticamente. Me hice hacia atrás, quedándome acostada y me quité las gafas. Llevé mis manos a mis ojos cerrándolos con fuerza. Este mes iba a ser horroroso.

-¿Tan mal fue? - preguntó Euge.

-Un horror. Un autentico horror.

-¿Y qué hicieron? - preguntó esta vez Cande.

-Los idiotas. Los auténticos idiotas.

-¿Pero no ensayaron? - me senté.

-¿Ensayar? ¡Con esa persona no se puede ensayar! ¡Con esa persona no se puede hacer nada serio! - dije gesticulando bastante. Ellas volvieron a reír. - Dejémoslo. - volteé los ojos. - ¿Qué hacen ustedes?

-Pintarnos las uñas. - dijo Rochi poniendo sus manos rectas. Observé sus uñas.

-Que lindas. - sonreí.

-¿Quieres que te las haga? - dijo Rochi. Volví a observar sus uñas y miré las mías.

-Bueno. - elevé mis hombros. - Vale.

-Ven. - dijo dando unos golpecitos en su cama. Me levanté y me senté justo al lado.

Después de un rato de risas mientras pintaba mis uñas, giró mi mano. Quedó observando mi muñeca.

-¿Qué es esto? - dijo pasando levemente su pulgar por una de mis marcas. Quité la mano rápidamente.

-Nada. - negué con fuerza. Ella frunció el ceño. - Mi gata.

-¿Tenias una gata?

-Sí. - dije algo nerviosa.

-¿Y te aruñó ahí? - volvió a preguntar dudosa.

Desafío al corazón»Laliter  [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora