-Pero que enojón. -Dijo divertida al tomarlo en brazos-. No te pongas celoso, mi amor.
-¿Blair, quieres ir conmigo a ver a tus abuelos? Ya están aquí.
La pequeña dijo algo incomprensible, y luego se enfocó en jugar con la solapa de la camisa de Nick.
-Voy a bañar a Nicholas, la ropa de Blair está acá. -Señaló una pila de ropa que estaba sobre la cómoda-. Llévala con tu madre o Danielle, y pídele que por favor la vistan. ¿Si?
-Tranquila, yo me encargo.
-¡Joe, vas a quemar la carne! -Kevin le gritó desde el otro extremo del patio trasero.
-Lo tengo bajo control. -Alzó el pulgar, mientras daba vuelta a la carne en la parrilla.
-¡Abuela! -Una niña pelirroja venía corriendo hacia Denise-. Mira. -Le mostró un diente en su mano.
-¡Oh, por Dios! Vamos con tu papi. -La tomó de la mano-. Hay que mostrarle.
-¡Papi, mira! -Le mostró el diente a Joe-. ¡Es mi diente!
-Creo que Joe hizo lo correcto al adoptar a Alanna. -Danielle le dijo a Kevin, mientras acomodaba al bebé en sus brazos, era un niño-. Se ve que era lo que hacia falta en la vida de tu hermano.
-Sí, tienes razón. Creo que la niña es lo único que puede detenerlo de las andadas.
-Oye... ¿Y Victoria?
-Debe estar adentro, ya sabes como es.
-Oh mira. -Sonrió-. Ahí está. -Señaló a su hija de diez años, enseñando a bailar a Paul.
-Dani... -Nick llegó con Blair en brazos-. ¿Puedes ayudarme?
-Claro, ¿Qué pasa?
-Necesito vestir a Blair, yo la verdad no sé nada de esto.
-Ay, Nick. -Dejó al pequeño Derek en brazos de Kevin-. Ven aquí, Blair. Ven con tu tía. -Extendió los brazos.
Entre sonrisas, la pequeña se fue con Danielle, quien se la llevó adentro.
-¿Todo tranquilo, Bro? -Kevin lo abrazó, dándole palmaditas en la espalda.
-Todo tranquilo. -Dijo Nick.
-Cada día Blair se parece más a Destinee, ¿No crees?
Nick se tensó. -La verdad no me había dado cuenta...
-Lamento haberla mencionado, Nick.
-No... -Sonrió a medias-. Me gusta que la mencionen... Saber que no la han olvidado. _____ y yo lo hacemos a diario.
-¿Ella ya lo supero?
-Claro que no, Kevin. La muerte de mi hija no la vamos a superar nunca. Pero, ahora tenemos dos angelitos por los que vivir.
Kevin asintió. -Nick y Blair... Son su razón de ser, ¿No?
-Totalmente. Totalmente.
-¡Tío Nick! -Alanna venía corriendo con su diente en mano-. ¡Mira!
Nick fingió sorpresa. -¿Es eso un diente?
-¡Si! -Sonrió, mostrando su hueco en el frente-. Papá me dijo que esta noche, si lo ******** debajo de la almohada, el hada de los dientes me visitará.
-Pues será mejor que pongas ese diente bajo la almohada tan pronto llegues a casa, muñeca.
-¡Eso haré! -Se fue corriendo, a donde estaban Paul y Victoria.
-Es un encanto de niña. -Nick comentó.
-Papá.
El pequeño Nicholas ya estaba vestido. Traía puestas Bermudas khaki, una camiseta blanca en cuello V que decía "Ladies Love Me" y converse negros.
-Que me parezco a ti. -Murmuró, llevándose la mano a la boca.
Nick se agachó a su altura. -¿Tu mami te dijo que me dijeras eso?
Nicholas asintió. -Y que soy una "estella".
-¿Vas a ser una estrella de rock como papá? -Le preguntó, con los ojos acuosos.
-Si. -Sonrió, mostrando sus pequeños dientes.
-¿Dónde está mami? ¿Dónde la dejaste?
-Adentro.
-Bien. -Le acaricio el cabello-. Ve con el tío Kevin, mientras yo voy por tu regalo y el de tu hermana, ¿si?
_____ estaba en la cocina con Marcelle y otra mujer cuando Nick entró a la casa.
-Tengo miedo de que duela, no sé. -Marcelle le dijo.
-¡Deja ya de ser tan cobarde! -Le dijo la rubia, riendo.
Tan pronto se dieron cuenta de la presencia de Nick, ambas salieron disimuladamente.
-No había podido saludarte como se debe. -La abrazó por detrás, besándola en el cuello.
Ella dejó lo que estaba haciendo, y se dio vuelta. -Gracias por tenerlo presente. -Sonrió.
-¿Cómo estás?
-Sabes lo que me hace falta... -Suspiró-. O mejor dicho, quien me hace falta.
-Yo sé, mi vida, que no ha sido fácil. -La besó en la frente-. Yo sé.
-Yo sé que Destinee cuida de nuestra familia desde donde esté. -Se limpió delicadamente una lágrima.
-Tengo algo para ti.
-¿Para mi?
-Sí, porque un día como hoy hace tres años, devolviste la alegría y esperanza a mi vida.
Epílogo
Comincia dall'inizio