-¿Y si te decepcionas de mi?
-¿De qué hablas, Destinee?
-Si te enterarás de algo acerca de mí... Algo que te hiciera cambiar de opinión...
-Nada me haría dejar de sentir esto que siento.
-¿Y si te hiciera sentir repugnancia?
-¿Cómo puedes decir algo así? Eso jamás pasará.
-Será mejor que hablemos mañana, Eric, no me siento bien.
-Pero...
-Hasta mañana. -Dijo antes de terminar el video chat.
Apretó el celular en su mano mientas finas lagrimas corrían por sus mejillas. -Nunca podrá amarme si le digo... Nunca...
-Ya es un poco tarde. -Nick se levantó del sofá donde estaba sentado con _____-. Voy a traer a Destinee.
En la sala solo quedaban Denise, Paul, Danielle y Kevin, y _____.
Cuando Nick entró al salón, vio a Destinee secarse las lágrimas. Al parecer sus mujeres estaban sensibles aquella noche.
-¿Qué sucede, Destinee?
Ella negó con la cabeza, sin levantar la vista. -No sucede nada.
-¿Entonces por qué estás llorando?
-Porque mi vida apesta, papá. -Murmuró entre lágrimas-. Jamás podrá ningún hombre amarme gracias al infeliz ese.
-No digas eso, por favor. Lo estamos superando.
-Siempre lo voy a llevar en mí. ¿Por qué no lo entiendes?
-Destinee... -Se puso de cuclillas frente a ella-. Si yo hubiese podido matarlo...
-Eso no me devuelve lo que el me quitó, papá.
-Cada vez que te escucho hablar así, yo quisiera... -Apretó los puños.
-Nadie nunca va a quererme por esto, yo lo sé.
-No vuelvas a decir eso nunca más, Destinee. Te lo prohíbo.
-Es que... ¿¡Quien va a atreverse a amar a alguien sucio y repugnante como yo!?
-¡Ya es suficiente, Destinee!
-¡Me quiero ir a casa! -Se salió corriendo de allí.
-¿Mamá, podemos irnos?
______ se levantó del sofá. -Pero, Destinee...
-No me siento bien, quiero irme a casa.
-Bueno, entonces ve por tu papá y...
-Aquí estoy. -Dijo Nick-. Nos vamos.
-Despídete de tus abuelos, Dess. -_____ le ordenó.
Todos se despidieron y minutos después, estaban en el auto camino a Los Feliz.
Destinee fue a su cuarto tan pronto llegaron a la casa.
-¿Le pasa algo? -______ le preguntó a Nick mientras se quitaba los tacones.
-Estaba recordando lo que le hizo el maldito infeliz ese. Piensa que nadie llegaría a amarla jamás.
-¡Dios mío eso es horrible, Nick! -Se dispuso a subir las escaleras-. Tengo ir con ella.
-_____, ______, ven. -La tomó del brazo-. Déjala tranquila.
-Pero, la tengo que apoyar. Seguro me necesita.
-Ella lo que necesita es estar sola, pensar un poco, ¿No crees?
-Se puede desesperar, y la ansiedad y... ¡Sabes lo que puede pasar!
-No tiene con qué hacerse daño, recuérdalo.
Aquello la relajó un poco. -Sí, eso es cierto...
-Si quieres después hablo con ella, para que estés mas tranquila.
-¿Es qué piensas que no puedo manejarlo?
-No es eso, mi vida. El problema es que te alteras muy rápido.
-No es verdad, puedo aconsejarla con sus problemas tanto como tú.
-Y no lo dudo, vámonos a la cama, no quiero discutir sobre esto.
En su habitación, Destinee estaba sentada en el piso, con el conejo en sus brazos.
-Tú si me vas a querer siempre, ¿No, Vesper? -Lo apretó contra su pecho-. Tú si.
De repente, comenzó a llorar en silencio, desesperadamente. Era como si no pudiese parar, y comenzó a rebuscar en cada uno de sus cajones.
-No hay nada... -Murmuró ansiosa-. No hay nada, maldición, no hay nada...
Temblaba, y las lágrimas eran prácticamente incontrolables. En uno de los cajones, encontró unas cuantas bandas elásticas, tomó un par y se las puso en la muñeca.
-Esto debe servir... -Las halaba y luego las dejaba ir, de forma que pegaban contra su piel, dejándole marca. Repetía el proceso cada vez más rápido y con más furia.
-No es lo mismo... -Se quejó, sin parar.
Cuando Nick despertó, ______ no estaba. Se aseó rápido y bajó las escaleras. La encontró hablando por teléfono en la sala.
-¿No hay manera de que puedas ir solo tú? ... Ya sé, Marcelle, pero yo estaría en contacto por teléfono... -Se dio cuenta de que Nick estaba allí-. Voy a servirle a Nick de desayunar, trata de hacer algo por mí... De acuerdo... Bye. -Dejó el celular sobre la barra-. ¿Café?
Nick negó con la cabeza. -No se me antoja.
-¿Dormiste bien?
-Sí, sí... Me duele un poco la cabeza.
-¿Qué te sirvo de desayunar?
-No tengo hambre. -Se sentó junto a la barra.
______ lo abrazó por detrás, y lo besó en la espalda desnuda. -¿Pasa algo? Digo... Aparte del dolor de cabeza...
-No, no sé... Tengo como un mal presentimiento. ¿Nunca te ha pasado?
-Nick, me estás asustando...
-Mejor ni me hagas caso, probablemente no es mas que mi imaginación.
-Debe ser eso... -Lo besó brevemente en los labios-. Te amo.
-Yo también te amo.
-Um... Nick, hay algo que debo decirte.
-¿Qué es?
-Acabo de hablar con Marcelle, y me dijo que debo irme a New York.
-¿Y como para qué?
-Trabajo.
-¿Cuando debes irte?
-El lunes comienzan las presentaciones, así que probablemente el domingo en la tarde.
-Voy contigo.
-¿Te olvidas de Destinee?
-Nos vamos todos.
-Nick, tiene escuela.
-Puede faltar un día.
-No es necesario.
-Buenos días. -Destinee entró a la cocina.
-Hola, cariño. -Nick la besó en la frente.
-¿Cómo dormiste? -______ le preguntó.
-Bien. -Se sentó del otro lado de la barra, frente a Nick.
-¿Vienes al trabajo conmigo más tarde?
Destinee se encogió de hombros. -No se me antoja.
-¿Estás bien? -_____ la miró preocupada.
-Estoy bien, mamá.
-¿Qué quieres de desayunar?
El teléfono de Destinee emitió un corto sonido. Era un texto de un número privado. Cuando lo abrió, era la foto suya que se había tomado para Taylor.
