-_____ soy un hombre adulto, no voy a pedirte que seas mi novia, por favor. Sabes que me interesas.
-Oh... Te intereso.
-Ya basta, ¿si? -Se veía desesperado-. Quiero poder tocarte sin que me lo impidas cada vez.
-Eres muy inmaduro para tu edad...
-Pero, así te gusto, preciosa.
Ella trató de no sonreír. -Shhh.
-¿Vas a dejar que me quede esta noche contigo?
-Lo dudo, pero ya veremos.
La reunión de _____ con sus compañeros fue todo un éxito, la que no se presentó en toda la noche fue Destinee.
-Dessie... -_____ tocó la puerta de la habitación de su hija-. ¿Estás dormida?
Destinee abrió la puerta de un tirón. -¿Qué crees, mamá? Son las doce treinta.
_____ se apoyó de la puerta. -No me hables así, por favor.
-...Buenas noches. -Le cerró la puerta en la cara.
Cuando regresó a su cuarto, Gustavo la esperaba en la cama.
-Pensé que te habías ido. -Le dijo, mirándolo con seriedad.
-Decidí quedarme. -Sonrió-. Esta noche no te me escapas.
-Gustavo, tienes que irte. Mi hija duerme dos habitaciones a la derecha.
-¿Y eso qué? Cuando vivías con tu ex, ¿nunca tenían sexo solo por la niña?
-Es diferente.
-Es igual. Ven ______. No vas a arrepentirte.
-No lo sé... -Desvió la vista.
-Déjame consentirte, _____. -La atrajo hacia la cama-. ¿Hace cuanto que nadie te hace sentir como te mereces? -La besó en el cuello-. ¿Mhm?
-Trata de no hacer mucho ruido. -_____ le susurró mientras se desvestía. Gustavo se limitó a asentir-. Y te quiero fuera de aquí antes de que salga el sol.
En su habitación, Destinee aún estaba despierta. Pegada a su laptop, conversando con alguien por chat.
-¿Cuándo me vas a dejar verte? -Escribió.
-Ya te dije que soy algo tímido. -Recibió como respuesta.
-Pero si ya he visto fotos de ti. -Rio divertida-. Y eres demasiado guapo para ser tímido.
Destinee terminó de conversar con su amigo alrededor de las cuatro de la mañana. Decidió bajar las escaleras a buscar algo de comer porque se había pasado la noche sin nada de cenar. Antes de entrar a la cocina se percató de que la luz estaba encendida.
-¿Mamá? -Camino de puntillas hacia la cocina.
-No. No soy mamá. -Gustavo le contestó.
-¿Quién eres? -Aquel hombre era un total desconocido para ella.
Gustavo la miró de arriba abajo. -Digamos que tu madre y yo somos buenos amigos.
Destinee trató de cubrirse al sentir la mirada del extraño sobre su cuerpo. Por un momento había olvidado que traía pantalones muy cortos, y un top casi transparente. -¿Qué es lo que hace en mi casa?
-Ya estoy por irme. -Le dedicó una sonrisa y con la mirada le recorrió el cuerpo una vez más-. Despídeme de tu madre. -Tomó sus llaves de la mesa y salió de la casa.
Destinee se sintió algo aturdida, asustada. Pero decidió olvidarlo y volver a su habitación, en dos horas debía estar lista para la escuela. Gracias a Dios que era viernes y podría pasar dos días seguidos encerrada en su cuarto, conversando por horas con Taylor, él único que la entendía.
-¿Ya estás lista? -_____ había bajado a la cocina como cada día antes de alistarse para preparar el café.
-Así es. -Destinee asintió, y le extendió a su madre una humeante taza de café-. Preparé café.
-¿Qué haces aquí abajo tan temprano, amor? -Le preguntó extrañada, aun así tomó el café y se sentó junto a ella.
-No he dormido nada. -Confesó-. ¿Me quieres contar sobre tu amigo? Lo encontré en nuestra cocina esta mañana.
-¿Cómo que no has dormido? ¿Por qué?
-No tengo sueño.
-Pero, tienes bolsas bajo los ojos. ¿Estás enferma?
-¿Quién es el hombre con el que te acuestas?
-¡Destinee, por Dios!
-¡No soy una niña, mamá!
-¡No voy a seguir soltera simplemente porque tú no puedas superar el hecho de que Nick y yo ya no estamos juntos!
-¡Esto no se trata de mi papá! -Le gritó-. ¡Esta sigue siendo su casa y tú no puedes traer a quien se te de la gana! ¡Eres una zorra, mamá!
Por un impulso, la mano de _____ fue a parar contra la mejilla de Destinee, que no tardó en ponerse roja. Al instante, los ojos de la joven se llenaron de lágrimas y se tocó la cara con las manos temblorosas.
-Dessie, yo... -_____ trató de enmendar su error.
-¡No me toques! -Destinee se echó hacia atrás-. No quiero que me toques.
-Hija, yo...
-¡Cállate! -Tomó su celular de la barra de la cocina y se fue a la sala.
Nick se despertó al escuchar el sonido de su celular. Antes de contestar, miró a Camilla dormida a su lado y no pudo evitar sonreír. La amaba. Si alguna vez creyó que _____ era el verdadero amor de su vida, estaba equivocado, Camilla lo era. Sí, no podía negar que la madre de su hija había sido especial, pero nunca como ella.