-______, esto no es necesario... -Nick le dijo con la vista fija al frente-. Estás precipitándote.
-No me digas que estoy precipitándome. Tengo que estar con mi papá.
-Lo que digo es que... Puedes irte mañana, con más calma. Ni siquiera traes ropa suficiente.
-Ya está decidido, Nick.
Cuando llegaron al aeropuerto, se dirigieron inmediatamente a hacer la reservación.
-Necesito un boleto a Madrid, el que salga lo más pronto posible. -Nick le dijo a la mujer detrás del escritorio, mientras _____ lloraba en silencio en su hombro.
-Tiene suerte. -Le dijo mientras tecleaba su computador-. Está a punto de salir. ¿Nombre en el boleto?
-_______ Castellar. -Nick respondió.
-Voy a necesitar una identificación de todas formas.
-Aquí tiene. -Le entregó el pasaporte que _____ acababa de sacar de su bolso.
-¿Área de preferencia?
-Primera clase.
Terminó de poner unas cosas en el computador, y luego le devolvió el pasaporte. -Sería un total de 6,610 dólares.
Nick sacó una de las tarjetas de su billetera y se la entregó.
-No tienes que pagarlo por mí. -_____ murmuró, aun recostada de su pecho.
-No digas tonterías. -Le dijo en igual tono, y la besó en la frente.
-Aquí tiene. -La mujer le entregó la tarjeta y el boleto que acababa de imprimir-. ¿No lleva equipaje?
-Solo el bolso de mano. -Nick le dijo.
-Perfecto, que tenga buen viaje. -Le sonrió.
Cuando se hubieron alejado del escritorio, Nick la tomó por los hombros, obligándola a mirarlo.
-El avión está por salir.
Ella asintió. -Ya sé.
-Te acompañaría si Destinee no estuviera en la condición en que está.
-Cuídala.
-Cuídate. -Le acarició el rostro-. Y por favor, llámame tan pronto llegues. Necesito saber que vas a estar bien.
-Y tú llámame si algo pasa con Destinee, no quiero que me ocultes nada.
-Lo prometo.
_____ se puso de puntillas, y lo besó. Sintió los brazos de Nick alrededor de su cintura, y la calidez de sus labios.
-Te amo. -Nick susurró contra sus labios.
-Yo también te amo.
Le fue difícil separarse de ella. Hubiese querido darle la seguridad de que todo estaría bien, pero sabía que podría no estar en lo cierto.
Cuando llegó a su departamento se aseguró de que Destinee estuviese durmiendo y entró un rato al cuarto de música, tenía ganas de descargarse y hacer la guitarra sangrar.
Nick se despertó unos minutos antes de las siete, y salió a la cocina a preparar café. Allí se encontró con Destinee. Traía puesta leggings negras, y una camiseta blanca con Mickey Mouse en el frente. En los pies llevaba flip flops negros que resaltaban sus uñas pintadas del mismo color.
-¿Cómo dormiste? -Le preguntó.
-Bien.
Nick se sentó frente a ella en la barra. -¿Quieres hablar de lo que pasó?
Destinee negó con la cabeza.
-Destinee, no puedes seguir haciendo esto. Es suficiente.
-No lo entiendes...
-No, no lo entiendo. No te has tomado la molestia de explicarme.
-No puedes pedirle a un enfermo que sane, papá. Así como tampoco puedes pedirle a un "cutter" que simplemente deje de hacerse daño. Y te he contado más que a nadie... Jamás.
-Son cosas diferentes.
-Es lo mismo. Y no pienso seguir discutiendo, ¿de acuerdo?
Nick hizo silencio por un instante. -Tu mamá se fue a España anoche.
-¿A España? ¿Por qué?
-Al parecer... Tu abuelo está muriendo.
-Oh...
-¿Oh? -Alzó una ceja.
-¿Qué quieres que te diga? Apenas lo conozco...
-Me voy a dar un baño... -Se levantó de la barra y desapareció por el pasillo.
En el camino a la escuela, Nick se limitó a comentar acerca de cada canción que sonaba en la radio.
-Mi maestra de música quiere que toques en la celebración del aniversario de la escuela.
-¿Ah si?
-Sí... Está bien si no puedes.
-¿Cuándo es?
-Todavía no me dice la fecha exacta.
-No pareces muy complacida en que vaya, ¿O me equivoco?
Destinee suspiró. -Es solo que... Se siente extraño que personas de tu edad babeen al ver a tu padre. Es incomodo.
Nick estalló en carcajadas. -¿Babean por mí?
-¡Papá! ¡Estoy hablando en serio!
-De acuerdo, no iré si no quieres.
-No vas a tener tiempo.
-No conoces mi agenda.
-Nunca tienes tiempo para nada. -Se cruzó de brazos.
-Eso no es cierto, siempre tengo tiempo para ti y tus cosas. -Aparcó frente a la escuela.
-¿Cuándo va a regresar mamá?
-No sabría decirte, espero que pronto.
Ella asintió, y se colgó la mochila al hombro. -Bye.
-Que pases buen día. Hoy tienes cita con la doctora Bullard.
-No pienso ir. -Dijo antes de bajarse.
Mientras conducía por Chandler Blvd., su celular sonó. Lo puso en altavoz al contestar.
-¿Si?
-Bro, soy yo. -Escuchó la voz de su hermano Kevin.
-Kevin, hace días que no sé nada de ti.
-He estado bastante ocupado, pero vine anoche de New Jersey, me gustaría que desayunáramos juntos. Hablé con Joe y está de acuerdo. ¿Qué dices?
-Claro, por mi no hay problema. ¿Dónde nos vemos?
-¿Recuerdas donde queda Alcove?
-Alcove... Alcove... ¡Claro! Es cerca de la casa de Joe, ¿No?
-Sí. Aparentemente no quiere conducir.
Nick rió. -Nos vemos allá.
Tan pronto terminó de hablar con Kevin, le entró otra llamada. Era _____.
-_____.... -Dijo cuando contestó.
-Hola. -Sonaba desanimada y cansada-. Solo quería avisarte que ya llegué, hace como dos horas...
-¿Quién te recogió en el aeropuerto?
-Tomé un taxi.
-¿Lograste dormir un poco en el avión?
-No en realidad. -Suspiró-. ¿Y tú? ¿Cómo amaneciste?
-Supongo que dormí bien. ¿Por qué no te recuestas un rato? ¿Cómo está tu papá?
-Apenas puede hablar, está muy mal...
-_____, sé que no te llevas bien con tu madre, pero te pido que hagas un esfuerzo mientras estás allí.
-Lo voy a intentar. ¿Y Destinee?
-La llevé a la escuela esta mañana. Al parecer amaneció más calmada.
-Recuerda que tiene cita esta tarde.
-Si, no te preocupes.
No pensaba decirle que Destinee no quería ir con la doctora Bullard, eran ya muchas preocupaciones.
-Nick... Lo que dijiste ayer en el aeropuerto... ¿Era cierto?
-Dije muchas cosas ayer.
-Dijiste que me amabas...