Living with the dead

El joven a orillas del lago

Botas de combate y pantalones de mezclilla, un estilo muy casual para salir un día con los amigos; combinado con un elegante saco, camisa blanca y un moño color borgoña, definitivamente un look que no muchos usarían para asistir a una boda al menos que seas el fotógrafo y no te importe lucir informal...Y no olvidemos el cabello color zanahoria que sólo para esa ocasión Ji Yong decidió peinarlo de lado con gelatina y brillaba bajo el sol.

La boda se llevaba a cabo al aire libre en el hermoso jardín de una sala de festejos, con los árboles de hojas naranjas como testigos y una fresca grama bajo sus pies. Los novios de pie ante un arco decorado con flores de colores, al final de un pasillo creado por las sillas dispuestas a cada lado donde se encontraban los presentes. Era una ceremonia sencilla con la familia y amigos más cercanos para festejar a esos dos jóvenes que se aman y como dice el padre, estarán juntos hasta que la muerte los separe.

-¿Cómo vienes vestido así a mi boda? - le decía la novia al fotógrafo que tenía su ojo puesto en el visor de la cámara tomándole fotos a los invitados.

-Soy fotógrafo, prácticamente no soy un invitado.

-Claro que eres un invitado - le dio un golpe en la espalda, el chico se quejó y dejó lo que hacía - Algún día tú serás el novio y yo seré la invitada.

-Sabes que eso no pasará.

-¿Y no le piensas decir nunca a nuestros padres? Ya tienes 27 años, no deberías tener miedo.

-Seguro se sentirían muy decepcionados - suspiró con tristeza - Prefiero no decirles nada y quedarme solo. Ahora si me disculpas - se alejó un poco y le tomó una foto a su hermana de imprevisto, sin siquiera darle tiempo a que posara - Jajaja saliste horrible, definitivamente esta foto irá enmarcada.

La hermana de Ji Yong se abalanzó al chico para quitarle la cámara y ver que tan fea había quedado su foto y borrarla pero éste la alzaba por sobre su cabeza mientras ella fallaba con alcanzarla. La chica se rindió y molesta se alejó a zancadas de su hermano quien la abrazó por la espalda y la llenó de besos en su mejilla.

-Te amo hermanita.

-Y yo a ti - sonrió - ¿Borrarás la foto?

-No.

-¿Pero por lo menos podrías mostrármela?

-No - se separó de ella - Saliste hermosa como siempre.

-¿En serio?

-Claro, eres igual a mí y yo soy hermoso – rió y se alejó antes de que su hermana le diera un coscorrón después de levantar su mano en amenaza pero tan sólo se rió de las ocurrencias de su hermano menor.

Ji Yong seguía tomándoles fotos a los invitados, algunos posaban y a otros les tomaba las fotos desprevenidos que siempre terminan siendo las mejores y más aún con el hermoso paisaje otoñal que ese jardín les brindaba. El sol comenzaba a ponerse y aprovechó para retratar el atardecer. Anteriormente Ji Yong se dedicaba a la fotografía paisajista y trabajaba para una revista de turismo por lo que viajaba mucho pero después de que la empresa quebrara, abrió más sus campos y ahora es fotógrafo independiente, puede ir de fiestas hasta a un estudio, también a un desfile de modas o a algún otro tipo de eventos pero sin embargo no deja de tomar fotos a los paisajes que tanto le gustan aunque ahora sólo sea por hobbie.

El obturador de la cámara abría y cerraba en cada foto que tomaba, desde el cielo pintado de naranja y amarillo, los árboles y un lago en donde se reflejaba los atractivos colores del atardecer. Al borde de la masa de agua visualizó a un chico de cuclillas que observaba su reflejo el cual le llamó la atención y con la cámara hizo un acercamiento para poder verlo mejor. En un momento levantó su rostro, éste se veía cansado y triste, con el cabello despeinado y la mirada perdida, inconscientemente Ji Yong le tomó una foto pero al parecer el otro se dio cuenta pues lo miró directamente con sus grandes ojos. El pelirrojo alarmado bajó la cámara y se dio vuelta pensando así que el otro chico no se daría cuenta que lo estaba espiando, miró disimuladamente por encima de su hombro y ya éste no estaba.