Capítulo trece.

836 103 39
                                    

Cuando Chanyeol se subió al auto, Kyungsoo ya estaba dentro de él con una cara sin expresiones y el labio roto mientras sujetaba con la mano una bolsa de hielos para que le aliviara el dolor. Dentro del auto había un silencio pulcro, como si estuviera vacio y el clic que hizo el cinturón de seguridad de Chanyeol al indicar que estaba abrochado hizo un eco incómodo.

Baekhyun se reflejo en el espejo retrovisor y aunque no le dice ninguna palabra al más alto de todos su cara realmente dice todo y con un movimiento de ojos mudamente le indica a Chanyeol que quizás se sobrepaso un poco (Quizás demasiado) y éste último en una respuesta vaga sólo se encoge en hombros casi como si sólo hubiera sido una simple cachetada o jugarreta de niño, tomándole poca importancia.

En el trayecto de vuelta a casa no hubo mucha diferencia en comparación al ambiente que había previo, Jongin lloriqueaba un poco y luego sorbeteaba las lágrimas apoyando su cabeza en la ventana mientras trataba de concentrarse en el paisaje. Kyungsoo no estaba muy diferente, sólo que este lloraba un poco en secreto y de vez en cuando soltaba un quejido cuando se rozaba muy fuerte la herida del labio. Baekhyun por su parte sólo pegaba pequeños suspiros y miraba de reojos a Chanyeol, quien llevaba fijo la mirada en la carretera con el ceño fruncido en signo de molestia y los dedos empuñados contra el volante mientras su piel se volvía rojiza por la presión que ejercía.

Cuando Jongin y Kyungsoo dieron un pie abajo del auto no hubo nada más que los uniera o al menos eso pensó Jongin casi con el corazón hecho trizas, todo lo que en el fondo estaba armando de a poco, en éstos casi dos años y que lo hacía despertar cada día con ánimo se había derrumbado en tan sólo un par de horas y de pronto hasta sentía los sentimientos hacia Kyungsoo como un estorbo, como algo que tenía que eliminar demasiado rápido, pero Jongin era una persona honesta y al mismo tiempo en que pensó en todo esto se dio cuenta que era imposible, porque por más que intentará cada noche vería la silueta delgada y baja de Kyungsoo en sus sueños.

'' ¿Alguna vez has leído Love Story? ¿Erich Segal? –Kyungsoo rió.

-Nop –Respondió y volvió a reír del romanticismo de Jongin.

-Es por eso... -Murmuró Jongin mientras le rueda los ojos.

-¿Es por eso? ¿Qué? –Kyungsoo le preguntó realmente curioso y Jongin sonrió triste.

-Es por eso que no sabes que las historias de amor pueden terminar mal –Respondió el moreno recalcando la última consonante con la lengua y la mirada vacía.

-Mmm –Kyungsoo hizo vibrar los labios en el gesto y se recostó en la almohada- ¿Te has enamorado alguna vez? –Jongin lo miró con susto.

-Sí, sólo una vez y lo sigo estando –Kyungsoo abrió sus ojos esperando una explicación.

-¿Quién es? –Jongin le sonrió.

-Pues es una persona realmente misteriosa, pero sin dudas se roba mi mundo en una sonrisa –Jongin rió luego de responder''

Las imágenes del recuerdo pasaron como una película casi en cámara lenta por la mente de Jongin y mientras el mundo se movía a su alrededor nada era lo suficientemente importante como para dejar de estar en esa nube constante donde la sonrisa de Kyungsoo era mágica y disponible para él cada vez que quisiera.

Las semanas habían pasado demasiado lentas para Jongin, tan rápidas que ni siquiera puede notar que juntando todas ellas son más de tres meses donde todo lo que podía recibir de parte de Kyungsoo era dolor, simplemente dolor pero no cualquier sino dolor del bueno, ese que te saca el corazón como si no quisiera utilizarlo más y te comprueba que estás vivo, un dolor que lo estaba matándolo lentamente en silencio.

Tú, sinceramente, no sabes nada. (Kaisoo)Where stories live. Discover now