Capítulo dos.

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Kyungsoo estaba jugando con los pies debajo de las sábanas rozándolos con los de Kai, como una especie de pataleo junto con un puchero en el labio inferior mientras sostenía su celular con sus dos manos para que no cayera repentinamente en la cara noqueándolo, era alrededor de las diez y media de la mañana y su compañero aún no despertaba, y aunque él (Soo) tenía el sueño realmente pesado como un coma, Kai siempre sentía la necesidad de dormir y eso, a veces, realmente lo colapsaba y sabía que por mucho que pataleara a su lado y se sacudiera, él no iba a despertar.

Cuando Jongin parpadeo entre cortado con la vista agotada, luego de ver quizás unas doscientas veces ''El jardín de las luciérnagas'' anoche comiendo ramen picante junto a Soo , sintió ese calor casi familiar y rutinario de Kyungsoo a su lado y se acomodó lentamente a su lado, apoyó su cabeza entre el hombro y pecho del más bajo y lo abrazo por la cintura, disponiendo de nuevo a dormir dejándose llevar por el calor humano que le propiciaba Kyungsoo, hasta que un quejido agudo lo hizo salir de su disposición.

-¿Qué pasa? –Dice Jongin con voz ronca entrecortada por el sueño.

-Éste maldito humano –Le responde Kyungsoo, con una voz que era mezcla de enojo, ternura y quejumbre.

Kai rodó los ojos y se despego de su lado, sintiendo cómo los celos de pronto estaban apoderándose de su cuerpo y lentamente se acomodo en la cama quedando levemente sentado y con el ceño fruncido, buscando las palabras exactas para no sonar ni enojado ni celoso, sino más comprensivo y ''amigable''.

-Eres perseverante –Le comenta con voz suave y cómica, luego de ver la pantalla de celular de Soo, quien esperaba una respuesta de su ''bello Baekhyun'' a su asqueroso mensaje de amor. Éste le rueda los ojos en forma de desaprobación a su comentario.

-¡¿Acaso no sabe que cuando uno manda ese tipo de mensajes espera una respuesta inmediata y delicada?! –Menciona y resopla fuerte y apaga la pantalla del celular.

-¡Ay Soo! Ni que fueras una princesa –Agrega ya con el celo en la lengua y lo mira de reojo.

-Exactamente es el punto mi querido amigo –Dice Kyungsoo levantándose de la cama bajo la mirada de Kai y se para a un costado- Debería ser su princesa, luego de ese grandioso beso –Presume y Jongin sólo lo observa.

-Un beso no significa nada –Soo lo miro sorprendido- Él sólo te beso en esa ocasión pero no ha vuelto a repetirlo –Su compañero sigue observándolo y ahora abre la boca de la impresión- Han mantenido el contacto, es verdad, pero eso no quiere decir nada... Además tú sabes muy bien cómo es él, Soo –Agrego y éste al escuchar todo eso, sólo se dirige al baño sin emitir palabras.

Kai suspiro con enojo, sabía que no había medido sus palabras cuando Soo sólo salió del baño y tomo sus cosas y salió de la habitación sin decir una palabra, marchándose de su casa con el sonido perturbador de la puerta cerrándose con extremada fuerza.

El lunes había llegado muy rápido para Jongin que ni siquiera se había percatado del todo y ni siquiera se había recuperado del mal sueño y las mil doscientas pesadillas que de protagonista tenían a Kyungsoo. Le dolía la cabeza, el cuerpo y ni siquiera podía prestar atención en clases. Tomó unos apuntes flojos, garabateo las esquinas de su cuaderno, mientras la voz del profesor sólo parecía música de ambiente mientras miraba como Kyungsoo le sonreía al chico alto de la clase y le explicaba cómo hacer los ejercicios y por dentro gruño como un maldito perro.

-Bien hasta aquí queda la clase –Jongin despertó con el agudo sonido de la voz del profesor y miró hacia un costado, observando cómo su queridísimo amigo, con el que había peleado el día anterior, se mantenía en la misma postura y desvío la mirada hacia el profesor- El otro lunes es la prueba, entra todo lo que hemos visto en el semestre ¿sí? –Dicho esto Kai arreglo sus cosas y asintió para luego salir de la sala que sinceramente lo tenía agobiado.

Tú, sinceramente, no sabes nada. (Kaisoo)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu