Capitulo 14: Proprio Stasera

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Su vista estaba fija en la ventana del automóvil viendo como Tokio pasaba frente él, trayéndole maravillosos y amargos recuerdos, mientras su ceño se iba frunciendo un poco tras cada segundo que pasaba.

Se sentía cansado, lo único que quería era gritar a su hija, castigarla, y volver al hotel para tomar una larga siesta, antes de buscar un maldito vuelo de regreso a Inglaterra, aún tenía juntas por terminar y una pasarela para la siguiente semana.

— ¿Sigues molesto? —cuestionó Sasuke, a su lado.

Volteó a ver al varón, pero este veía fijamente unos papeles entre sus manos, pasando la vista a través de ellos.

—Me siento mejor, ahora solo quiero gritarle un poco.

Sasuke asintió, consiente de los ojos azules sobre su persona.

—Sasuke —llamó Naruto, con voz ligera, casi vacilante—. Lamento no haberte dicho antes de Natsuki...

El Uchiha negó ligeramente con la cabeza, soltando un resoplido de gracia; el corazón de Naruto dio un vuelco al reconocer el sonido, era la forma en que solía reír cuando había más gente a su alrededor, cuando no podía mostrarse como él mismo, cuando tenía que fingir indiferencia ante todo.

Su corazón se rompió un poco ante eso.

—Las cosas entre nosotros no terminaron... bien —habló el varón lentamente, como si estuviese eligiendo cuidadosamente sus palabras—. Lo entiendo perfectamente... no digo que... no dolió, el saber que lo ocultaste, pero... yo tampoco sabría cómo volver después de todo..., pero... podrías...

— ¿Podemos hablar de esto mañana? —interrumpió el doncel—. No puedo con todo esto, lo siento, no soy tan... fuerte.

Sasuke alzó la mirada, dejando que sus ojos se encontraran; asintió una sola vez, incapaz de decirle "no".

Naruto terminó por soltar un largo suspiro, regresando su mirada a la ventana. No podía continuar viendo aquellos fríos e inexpresivos ojos, solo había visto esa mirada dirigida a él una vez, y fue el día que inicio el fin de su vida, había dejado más de la mitad de su corazón en Japón, y no estaba seguro de lograr recupéralo en algún momento.

—Gracias, por contarme todo —intentó el rubio, esperando alejarse del tema sobre ellos.

—Claro —respondió el varón, sus ojos de vuelta en las hojas—. Merecías saber qué fue lo que paso, y que Natsuki trataría de no mentirte, pero te daría una verdad maquillada, para que no notaras las mentiras.

Una ligera sonrisa apareció el sus labios, maravillado al ver que tan bien había llegado a conocerla, aun con el poco tiempo que llevaban juntos.

Mierda... no iba a poder sacarla de la vida de Sasuke, ¿cierto? Ahora, ambos serian un permanente en la vida del varón, y Sasuke se casaría alguien día, y entonces él tendría que ver a su futuro marido o esposa, y sonreír como si no le rompiera el corazón saber que ese pudo ser su lugar.

Esto era una locura.

Era demasiado.

Natsuki engañándole para ir a Japón, Sasuke a su lado, viéndose más guapo que antes, los recuerdos de todo lo vivido, el dolor ante la mentira, la ansiedad por su móvil apagado, el miedo ante lo que dirá Maurizio cuando se entere de lo que hizo, el nudo en la garganta al pensar en sus padres, y lo que les diría sobre Natsuki...

—Tranquilo —dijo Sasuke, llamando su atención—. Sabrás que hacer, eres su madre, solo... recuerda cómo eran nuestros padres.

Naruto sonrió con nostalgia, recordando las tardes en las que Sasuke entraba por su ventana, por el simple hecho que su padre había prohibido todas las visitas; una vez que las dos familias estuvieron al tanto de su romance y noviazgo, los castigos cambiaron a "no salir con Sasuke", por lo que el varón se limitaba a entrar y salir por la ventana, o a esconderse en algún lugar para que los padres del doncel no le encontraran.

-.Soy Tu Hija.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora