capitulo 46 primer chequeo

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Al entrar al consultorio, una suave luz blanca iluminaba la habitación. El doctor, un vampiro de aspecto sereno y ojos antiguos, los recibió con una sonrisa acogedora.

-Hola, futuros papás saludó con voz calida. ¿Cómo están hoy?

Ana y Ulises respondieron al unisono:

-Bien... -pero sus miradas decían otra cosa.

-Pueden preguntarme lo que necesiten. Estoy aquí para eso aseguró el doctor, invitándolos a sentarse.

Ana respiró hondo, tratando de ordenar el torbellino en su cabeza.

-Doctor... mi esposo y yo llevamos más de un año intentando tener un bebé empezó, mordiéndose el labio. Ayer usted dijo que estaba embarazada sin hacerme ningún ultrasonido ni examen. ¿Cómo lo supo...?

El doctor soltó una pequeña risa amable.

-Entiendo su duda. He trabajado siglos en este campo, señora Ana. Y además mi poder es sentir cuándo una mujer está embarazada... ver el bebé, el sexo, incluso si son gemelos. Para mi, fue evidente desde que la vi.

Ana abrió los ojos sorprendida; Ulises frunció el ceño, Intrigado.

-Oh... ya veo-dijo Ana con un asentimiento timido

Aprovechando la conversación, Ulises preguntó:

-Doctor, pero... ¿por qué nos costó tanto? Ambos somos sanos, ¿no?

El doctor se inclinó hacia adelante, apoyando las manos sobre el escritorio.

-¿Es su primer bebé?

-Si-respondieron de inmediato.

-Entonces es normal -explicó con serenidad. A los vampiros se nos complica concebir por primera vez. Hace siglos fuimos humanos, y nuestros cuerpos... olvidaron cómo activar ciertas hormonas necesarias para la concepción. Es como si estuvieran dormidas. Pero una vez nace el primer bebé, todo cambia. El siguiente embarazo puede ocurrir casi de inmediato.

-¿Asi de fácil? -preguntó Ulises, impresionado.

-Exactamente. Por eso algunas parejas vampiras tienen veinte hijos -bromeó el doctor. Aunque no se preocupen, puedo recomendarles anticonceptivos vampiricos si los necesitan.

Ana rió suavemente, tratando de aliviar su ansiedad, pero enseguida recordó algo.

-Doctor... mi poder. Algo le pasa murmuró. Levantó la mano, concentrándose en un marco de fotos para moverlo con telequinesis. En lugar de eso, la silla del doctor salió disparada y él cayó al suelo.

-¡Ay! ¡Lo siento tanto! exclamó Ana llevándose las manos a la boca, horrorizada.

Ulises intentó no reir, pero se agachó a ayudar al doctor.

-Ana no puede controlar su poder últimamente explicó Ulises, abrazándola de los hombros para calmarla.

El doctor levantó una mano, sonriendo pese al golpe.

-Es completamente normal-aseguró mientras acomodaba su silla

-. Los embarazos vampiricos son muy intensos. Afectan los poderes, los sentidos, los antojos... incluso las emociones. Tendrá náuseas, mareos, olfato exagerado, deseos de comida que jamás imaginó y un control irregular de su telequinesis.

Ulises Intervino con una sonrisa divertida.

-Si que lo note... una madrugada la encontré tomando sangre tipo A positivo. ¡Y a ella nunca le ha gustado ese tipo de sangre!

Ana bajo la mirada, avergonzada

-Era eso o morirme de hambre -susurró.

El doctor rió suavemente.

~~~Dolor,traición Y Amor~~~Where stories live. Discover now