capitulo 41 Cuentas pendientes

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Actualidad

Los vampiros estaban siendo descubiertos y cazados.

Durante ese tiempo, Ana había intentado contactar a Angelique, pero jamás obtuvo respuesta.

Le escribió cartas. Decenas de ellas. Ninguna fue respondida.

Una tarde, con el corazón encogido por la preocupación, Ana habló con Ulises.

-Mi amor... llevo años intentando contactar a Angi y no consigo nada-dijo, inquieta

-Tal vez cambió de casa, o simplemente está ocupada respondió Ulises, tratando de calmarla.

-No, Ulises... esto es distinto. Tengo una corazonada. Siento que algo no está bien susurró Ana, mordiéndose el labio

-¿Quieres que vayamos a buscarlą? -preguntó él, acercándose y tomándole la mano.

-¿Me acompañarías, colmillito? -dijo Ana, haciendo un puchero.

-Claro que sí, mi colmillita sonrió Ulises, abrazándola.

A la noche siguiente, volaron con cuidado entre las sombras hasta el departamento donde antes vivía Angelique Llegaron cerca de las siete de la mañana. Ana tocó el portón y al poco tiempo, la casera salió con una expresión fría

-Hola ¿se acuerda de mí? Soy Ana, amiga de Angelique-dijo Ana, presentándose

-Sí, claro que me acuerdo de usted. ¿Qué se le ofrece? respondió la mujer en tono seco

-He estado tratando de contactarla, pero no me contesta. ¿Sabe si todavía vive aquí? preguntó Ana, con un hilo de esperanza.

-La señorita Angelique ya no vive aquí. Se fue... hace unos cinco años, creo. En realidad, nunca me avisó. Un día vine a hacer limpieza en su departamento y ya no estaba. Supuse que había salido, pero... nunca regresó. No dejó nota, no dijo nada.

Ana sintió un vuelco en el estómago.

-¿Está segura... que no se mudó? -preguntó, con la voz temblorosa.

-Lo dudo. Sus cosas aún están en el garaje. Las guardé por si volvía... pero jamás lo hizo

-dijo la señora, encogiéndose de hombros

Ana se quedó en silencio, imaginando lo peor.

-Pero si quiere, puede preguntar en su trabajo añadió la casera, sacándola de sus pensamientos.

-Sí... sí, está bien-dijo Ana, aún procesando la información.

La casera les dio las indicaciones, y Ana y Ulises partieron hacia el lugar que antes era el empleo de Angelique

Al llegar, Ana se dirigió directamente al área de Recursos Humanos. Una mujer los recibió detrás del escritorio.

-Buenos días. Disculpe. ¿aquí trabajaba Angelique Lourdes? -preguntó Ana.

-Si, pero ¿quién pregunta? -dijo la mujer, algo desconfiada.

-Mi nombre es Ana Soy su mejor amiga. La he estado buscando, pero no aparece por ningún lado -explicó Ana con tristeza.

La encargada de RH suspiró.

-Angelique dejó de venir hace como cuatro o cinco años. Un día simplemente no volvió. No dejó carta de renuncia, ni explicó nada. Desde entonces, nadie ha vuelto a saber de ella

Ana sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Eran ya dos personas que decían lo mismo

-¿Se encuentra bien, señorita? -preguntó la mujer al notar su expresión paralizada.

~~~Dolor,traición Y Amor~~~Where stories live. Discover now