BOUNDLESS. [Larry]

VI: El principio de algo.

— ¿Te pasa algo, Louis?  —Liam si estaba preocupado por él.

—No —respondió e intentaba tranquilizarse. Cuando lo logró no pudo evitar preguntar algo— ¿Aún sales con Harry Styles?

La tensión se sintió al instante. Hasta el momento ninguno de los tres habían sacado el tema de los chicos de Harlem, pero a Louis se le hizo imposible el no hacerlo. Quería estar seguro de que seguía habiendo entre su mejor amigo y Harry.

Liam suspiró antes de hablar—. Escucha, Louis, sé que Harry no es de tu agrado pe...

—No, descuida. Yo no debí meterme en tus asuntos ni tampoco  juzgar a Harry sin conocerlo —supuso que eso había sondado extraño porque su amigo lo miró de manera incrédula.

—Se supone que estábamos saliendo —el castaño empezó a contarle a sus dos amigos—, o al menos eso pensé.

— ¿Y luego? —Niall se atrevió a hablar.

—Pues desde el viernes que no fui, ¿lo recuerdas? —miró al rubio y éste asintió—. No me ha hablado. Le he mandado mensajes y le he llamado pero nada.

—Quizá está un poco ocupado, Liam —el rubio miró con sorpresa a Louis, jamás pensó que fuera a decir eso—. Necesitas darle tiempo.

La verdad del porque Louis dijo eso, fue porque se sintió verdaderamente mal cuando escuchó lo que Liam estaba contando. Seguramente estaba muy atraído por Harry y ahora él lo rechazaba como si nada.

— ¿Tú crees? —En los ojos de Liam había un poco de esperanza.

—Claro, deberías darle su espacio y después veras que volverá —Ni siquiera Louis se creía lo que decía porque Harry le había aclarado que no quería nada con Liam, pero, ¿para que servían lo amigos si no para alentarnos?

Y quizá Louis esa vez tenía razón, Harry iba regresar a Liam pero esta vez con otro objetivo. Su celular sonó de nuevo y el castaño ahora sonrió en cuanto leyó el mensaje. Definitivamente era algo de Harry o un nuevo regalo de su padre.

—Harry dice que vendrá a verme a la salida —chilló Liam. Parecía una tonta adolescente enamorada y emocionada por tener su primer novio.

Niall y Louis se miraron de manera cómplice y decidieron felicitarlo por eso. A Louis le costaba un poco fingir, pero lo hacía bien. No sabía que pensar, lo único de lo que estaba seguro es que no iba a permitir que Harry jugará con él y con Liam. 

—Bueno, tengo que irme, chicos —Liam tomó su mochila. Tenía una sonrisa enorme e incluso su tono de voz era diferente. Estaba feliz.

—Claro, nos vemos por ahí —Niall lo despidió con la mano.

—No, nada de nos vemos por ahí —se detuvo—. Nos vemos en el estacionamiento y te llevó a tu casa.

—Pero, ¿no que ibas a ver a Harry?

—Sí pero sólo nos veremos y después los llevaré a ustedes —le contestó a Niall y volteó a ver a Louis que ahora estaba muy pensativo— ¿Puedo llevarte al trabajo también? No aceptó un no por respuesta.

El de ojos azules se despejó y asintió sin ninguna otra opción.

—Muy bien, nos vemos en el estacionamiento, compañeros —Liam palmeó el hombro del rubio y salió de ahí como si su papá le hubiera dado una tarjeta de crédito nueva.

—Parece que va caminando sobre algodón de azúcar, ¿no lo crees? —Niall aún lo miraba salir de la cafetería.

—No le quites las ilusiones, Niall —el aludido negó lentamente.