Anjana (Saga hadas 1)

Epílogo

Alyan, Anjana y su pequeño hijo regresaron a su hogar unos días después. Los dos tuvieron que sentarse a hablar con Breena para que esta venciera su desconfianza. Estaba segura de que su hermano había presionado de alguna manera a Jana para que se quedara con él. Al final, Alyan terminó por confesarle también a ella la verdad sobre Zuria.
Breena se había quedado conmocionada al saber que tenía una hermana. Luego, la curiosidad la había llevado a decidir que iría con ellos al reino de las hadas para conocerla. Y André había dejado claro que no la permitiría ir si no iba con ella. Así que los dos, con Sheely, acompañaron a los reyes.
La conmoción en el palacio fue tremenda. No sólo la desaparecida reina había vuelto con el heredero en brazos sino que, la princesa Breena, a la que todos adoraban, también había traído a su hija.
-Qué alegría veros, señora-aseguró Lyss.
-Es bueno estar en casa, Lyss-aseguró la reina.
-¿Dónde está Zuria, Lyam?-preguntó Alyan a su hombre de confianza.
El soldado miró a las damas de la reina.
-Ella se fue, majestad-respondió Diana.
-¿Se fue? ¿Como que se fue?
-Sí , señor. No dijo a dónde iba. Pero dejó esto para ti-respondió Lyam tendiéndole una carta.
-Dejadnos solos-ordenó Alyan antes de abrirla.
André, Breena y Anjana esperaron mientras el rey abría la carta y la leía. Pálido, levantó la cabeza para mirarles.
-Se ha ido. Dice que no quiere ser un problema entre nosotros ahora que ha nacido nuestro hijo. Me pide que no la busque.
-Oh, mierda-maldijo Breena.
André puso los ojos en blanco.
-Bree, no hables así delante de nuestra hija.
-He perdido a mi hermana antes de conocerla, vampiro. Tengo derecho a enfadarme.
-Lo siento-susurró Jana-es culpa mía.
-No digas eso, Jana. Esto no es culpa de nadie. ella tiene miedo, sólo es eso-aseguró Alyan-pero la buscaremos.
El rey salió a la puerta y llamó a Lyam.
-Quiero que se busque a Zuria por todo el reino-ordenó-día y noche si es necesario. Hay que encontrarla antes de que pase a otro territorio.
-Señor, lo haremos, por supuesto, peroes probable que ya lo haya hecho.
-¿A dónde puede haber ido?-preguntó Breena.
-Seguramente no entraría en territorio de Akop después de todo lo ocurrido-argumentó Alyan.
-Y probablemente, un hada virgen tampoco se aventuraría en territorio vampiro-aseguró André mirando a Breena-a no ser que sea excesivamente temeraria.
Su mujer le sacó la lengua. Ella se había metido directamente en territorio vampiro cuando escapó de su padre.
-Así que nos quedan los vamps ylos hombres lobo-Anjana palideció.
-Hablaré con Damon. Será divertido ver su cara cuando le tenga que pedir a Jared que la busque en su territorio. Odia pedirle favores-la sonrisa de André era malévola-y, por si acaso, echaremos un vistazo también en nuestro reino.
-Nuestras relaciones con los lobos están muy dañadas después de sus problemas con mi padre. Si la tienen ellos
Jana abrazó a su marido.
-La encontraremos, Alyan-le prometió- no pararemos hasta encontrarla.