Cuando regresamos a casa estaba molesta, durante todo el último día en Alemania Tom y su madre habían decidido salir y por supuesto yo estaba en el medio, cosa que no le causo problema en absoluto a su madre porque yo ya no tenía ganas de estar dirigiendole a Tom miradas confundidas cada vez que ella abría la boca y pronunciara palabras que yo claramente no entendía y mejor deicidí irme con Bill al estudio.
Pasamos por la recepción y caminamos por un pasillo largo hasta el fondo, había un par de puertas que pasamos sin que Bill les dirigiera la mirada antes de entrar a un estudio, el lugar era bastante grande y las luces blancas en el techo hacían que todo se iluminara a la perfección. Bill me dejó pasar primero y saludé con una sonrisa a las personas allí dentro, solo un par de hombres, uno de ellos tenía el cabello rubio, corto y llevaba anteojos; a su lado estaba otro de cabello ligeramente más oscuro, pero ambos estaban sentados frente a las máquinas. Un vidrio separaba esa pequeña sala de una habitación más grande dónde se encontraba un microfono y una bateria en el fondo.
- Hola, me gustaría escuchar cómo va saliendo todo. - Bill se volteó hacía mí y apunto hacia sus amigos en las sillas negras. - Él es David, mi representante. - Saludé al hombre y luego extendí la mano hacia el rubio de lentes. - Y él es Gustav, mi productor, a veces baterista, a veces corista... - El rubio me saludó cordialmente pero cuando soltó mi mano le propino un golpe a Bill en el brazo.
El rubio le preguntó algo a Bill, no entendí porque no hablaba alemán pero seguí a Bill cuando cogió una silla y me la ofrecio. Como una niña pequeña me senté en aquella silla y me deslicé con ayuda de las ruedas hasta la orilla de la enorme maquina que David y Gustav estaban usando, no toqué nada porque nunca había tenido suerte con los aparatos tecnologicos y mis hermanos siempre lo supieron.
Gustav me miró, inclinandose hacía adelante para verme pues Bill estaba sentado en el medio.
- Solo inglés. - Le dije en inglés y él me respondió con un ligero acento.
- ¿Eres fan de Bill? - Asentí con la cabeza aunque nunca me había vuelto loca por ninguna de sus canciones, simplemente las que había escuchado me gustaban y no veía motivo para decir que no...insultar a Bill de cualquier manera solo ayudaría para que él también me tratara como me trataba su madre. - Bueno, estás son nuevas. - Se dirigió a Bill. - Hay que masterizarlas. - Bill asintió y yo pretendí entender lo que había dicho.
Escuché un par de canciones muy electronicas y le sonreí al hermano de mi novio, me agradaba. Su productor pulso un botón en la computadora y se dirigió a nosotros.
Bill le dijo un par de cosas en alemán y yo los vi conversar por unos minutos hasta que Bill recordó que yo estaba llí.
- ¿Qué te parecieron? - Me preguntó con un brillito especial en los ojos. Su expresión no podía alejarse más a la que tendría Tom al hacerme esa pregunta, pero sentí que debía decir algo que lo hiciera sonreír con alivio.
- ¿Puedo comprar ya el disco? - Le sonreí y él suspiró sonriente. Gustav asintió y volvió a dirigir la mirada a la pantalla de la computadora, David les dijo algo con el telefono en las manos y se fue.
- Quiero que Tom te conserve, si no lo hace él, lo haré yo. - Me dijo Bill.
El rubio a su lado nos dirigió una mirada rara, llevaba una ceja alzada y el ceño fruncido.
- ¿No es tu...?
Bill se rio con fuerza por un minuto entero.
- ¡Qué va! - Puso su brazo sobre mi hombro. - Anna es novia de Tom, pero mamá esta portandose dura con ella y decidí traerla conmigo.
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Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)
ספרות חובביםAnna Kościuszko era una chica joven recién egresada de la universidad cuando consiguió su trabajo de ensueño como comentarista deportivo en Las Vegas y conoció al campeón mundial, al boxeador favorito de Nevada: Tom Kaulitz. Ahora su afán por gana...