Un centavo por tus pensamientos

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Jonah, Bill, Tom y yo fuimos a desayunar al día siguiente de la pelea, después de que Tom pasara un par de horas en revisión en el hospital, solo para asegurarse de que todo estaba bien y para que le curaran las heridas.

Bill, como era de esperar se llevaba de maravilla con Jonah, al igual que Tom se llevaba con él, yo era la que se sentía como una extraña allí. Sentada entre los tres chico que se entendían tan bien, yo no sabía cómo, pero los tres simplemente se llevaron bien. No creí que fuera a ser la misma historia con Jake: él era muy distinto a Jonah.

Tom estaba bien, aunque tenía un párpado ligeramente hinchado y la comisura del labio inferior con un corte superficial que lucía peor de cómo se sentía - según él -, llevaba los nudillos cortados, heridas que ni siquiera los guantes podrían ahorrarle.

- ¿Qué piensas? - Me preguntó Bill, su tono siempre era alegre, ahora había un dejo de curiosidad en él. Se inclinaba sobre la mesa con los antebrazos sobre la superficie de madera sin subir los codos.

- Pienso sobre el viaje de mañana... - le respondí honestamente, él sonrió de oreja a oreja.

- ¡Tom me dijo que vendrías también! - Bill se paso una mano por el cabello despeinado ligeramente sin el gel que lo sostenía en su sitio. Tom estaba a su lado sentado frente a Jonah que estaba sentado a mi lado. - Serás la primera chica que llevemos a casa. ¡Mamá debe estar por las nubes!

Yo había notado que Tom podía decir estupideces al teléfono y cuando no lo hacía sabía que estaba hablando con su madre, ni siquiera a su padre le hablaba de ese modo, con ella era especial, era dulce y tierno, suave y gentil: justo como uno debería de ser con su madre; como a veces nos cuesta serlo, él siempre lo era.

- Bueno, yo... - me sentí un poco intimidada, esa información era un poco más de lo que yo había esperado.

- No te preocupes, aun si le caes mal le caerás bien, eres graciosa y por Dios, ¡eres la novia de Tom!

- Mi chica, ¡así es! - Declaró Tom.

- Mi hermana. - Dijo Jonah con una expresión confundida en el rostro. - ¿de qué hablan?

- Mañana vamos a Alemania, a casa. - Bill le explicó.

- Voy a conocer a sus padres y me quedaré con ellos una semana. - Le dije yo.

Los ojos de mi hermano se abrieron como platos. No fue hasta después cuando me abrazó en el aeropuerto que me dijo algo que no sabia ni siquiera cómo interpretar.

- Ustedes dos son algo extraño, ¿ya tuvieron su primer pelea? de seguro vas a llevarlo a casa para el día de acción de gracias...

Lo solté y lo vi caminar por un camino marcado con cintillas. Cuando volví a darme la vuelta Tom estaba allí con su brazo sobre mis hombros mientras Bill intentaba no lucir demasiado desgraciado tras quedarse como el mal tercio, Jonah había sido la distracción perfecta para Bill y ahora no sabía cómo hacer para disimular.

Regresamos a casa y me pareció completamente extraño compartir la casa con Bill, era muy extraño porque lucía mucho como Tom y a la vez no, además que Tom y yo ya nos habíamos acostumbrado a no detenernos cuando estábamos en casa y ahora teníamos que hacerlo porque no deseábamos darle a Bill una demostración de lo que hacen los juguetes cuando Andy no está en casa: era algo poco apto para juguetes pre-escolares... aunque dudaba que Bill fuera un juguete preescolar.

Empaqué sin instrucciones de Tom pero con la siempre agradecida mano ayuda de Bill, quién me dijo que llevara cosas abrigadoras pero con tela de forro porque las lluvias ligeras hacían que la ropa se enfriara mucho si no era de esa tela, agradecí el consejo y empaqué tantos rompevientos como pude, chaquetas de telas parecidas y un par de suéteres, la maleta estuvo llena en cuestión de minutos y ni siquiera había alcanzado a empacar los zapatos: botas y tenis.

Memorias (Tom Kaulitz Fanfiction)Where stories live. Discover now