Quiéreme. [HunHan]

Capítulo 16: Un secreto revelado. Parte 2.

Hey, perdón que todo sea tan sentimental. No era lo planeado porque siempre quise que Quiéreme sea algo así como una comedia, pero bueh, salió lo que salió. Espero que lo disfruten, disculpen si hay alguna falta o error, haganmelo saber así puedo corregirlo, y también disculpen que no haya responda sus comentarios en el anterior. Los leo, en serio, y los adoro.

Enjoy!

-

Luhan se encuentra un tanto irritado porque Sehun sigue insistiendo en que deben tomarse de la mano mientras caminan por los pasillos de la Universidad. Suficiente tortura ya es al dejar que se siente con él a la hora del almuerzo y jugueteé bajo la mesa, aunque el mayor le lanza miradas asesinas, por un lado deseando que se detenga y por otro, obviamente, que continúe.

De cualquier modo, la cabeza de Luhan, ahora mismo, es un desastre, un desorden difícil de ordenar y el haber vuelto a la rutina del estudio sólo le suma más objetos a la catástrofe mental. Y las postales...ya han pasado unos cuantos días desde que Luhan halló esas malditas y extrañas postales, y no logra sacarse de su mente cada palabra escrita en imprenta, con un fino bolígrafo negro, al final siempre firmado por un cálido te quiere demasiado, tu padre que logra llenar su sonrisa de absoluta felicidad. No se lo ha dicho a nadie, ni siquiera a Sehun, Jongin, Baekhyun o, siquiera, Kyungsoo, quien se ha convertido en alguien con quien comparte una gran cantidad de secretos, a pesar del poco interés que suele mostrar el pelirrojo.

—¡Déjame! —espeta Luhan, alejando su mano y separándola de los fríos dedos de Sehun, quien, otra vez, intenta tomarlo de la mano—. Ya te lo he dicho miles de veces, no quiero demostraciones de amor en público—murmura cerca de su oído, ignorando su ceño fruncido, y asegura que nadie lo haya oído o, peor, visto.

Oye al pelicandy resoplar y, segundos después, ambos están sentados en una mesa en el jardín de la Universidad, almuerzo en frente, dispuesto a ser digerido.

—Estoy eternamente enamorado de momentos como estos, cuando estás alterado y para descargarte, me tratas mal, como si fuese...un fósforo a prueba de fuego.

—¿Cómo? ¿Por qué un fósforo a prueba de fuego?

—Porque es inservible —dice Sehun con una sonrisa en el rostro, convirtiéndola en risa cuando el ceño fruncido hace acto de presencia en Luhan—. Mira, ahí hay otra cosa que me enamora de ti....tu frente arrugada cuando te hago bromas pesadas que hace ver más lindo de lo normal.

Luhan se sonroja y mira sus dedos tomar los palillos.

—¿Dónde está Tao para que puedas molestarlo a él?

—Con tu compañero de cuarto, probablemente, follando o...no sé, tal vez follando, pero creo seriamente que están follando.

El castaño se atraganta con los fideos tras oír eso y tose, sin ánimos de imaginarse al imbécil de Yifan con el anticuado de Tao.

—No es necesario que me digas esas cosas, pero gracias por la información —usa una servilleta para limpiarse la boca y llega justo a tiempo para hacerse a un lado e impedir que Sehun le dé un beso en la comisura de los labios—. ¡Mierda, Sehun! Basta, ¿ok? Déjame de una puta vez en paz. ¡Estoy cansado de ti! —el mayor siente sus mejillas nuevamente rojas y le importa un demonio el plato de comida que no terminó de comer, acaba de explotar y la expresión de Sehun muestra una sorpresa que le duele demasiado como para verlo a los ojos otros segundos más. Se levanta de su asiento y se va con dirección a su habitación, sin señal de Sehun haciéndole compañía a un lado, insistiendo en pasarse de la raya con él.