Capítulo 12: Te odio.

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Luhan frunce su ceño y sus ojos se abren con dificultad, doliéndole demasiado hacer esa mínima acción como para mantenerlos a ambos abiertos por tanto tiempo.

En segundos, es consciente de las sábanas cubriéndolo y la desnudez debajo de éstas, por lo que estira su brazo muerto, tantea hasta que logra abrir el cajón de la mesa de luz y golpea con la palma de su mano su ropa interior, escogiendo un bóxer al azar.

Lo toma con ambas manos mientras hacen su camino debajo de las sábanas hasta sus partes nobles. Sin abrir sus cansados ojos, levanta su cintura sin cuidado y… su boca se abre para soltar un alarido de dolor, pero de ésta sólo se oye un pobre sonido sordo. Y entonces un dolor se extiende de su trasero hasta su columna vertebral, hasta Luhan se ve capaz de sentir el temblor en su médula osa. Termina de colocarse la ropa interior, y muerde su labio inferior y cierra aún más sus ojos para, de algún modo, combatir el maldito dolor o hacer que el ardor en su interior cese sólo unos escasos segundos.

Con dificultad, gira su cuerpo y colapsa contra el suelo, con auténticas ganas de morirse allí mismo para no tener que soportar otra dolencia como la que ahora está sufriendo.

Se arrastra hasta tener la puerta frente a él y se impulsa de ella, parándose con dificultad y con el soporte que se mueve de un lado a otro. Pero está de pie y eso es un avance.

Con su mirada escanea el lugar, que está siendo iluminado por una pobre cantidad de luz, y se extraña no sólo del dolor que tiene en el trasero o ese inexplicable malestar en el estómago y hasta en su cabeza.

Se extraña al ver que esa no es su habitación.

¿Qué hace en la habitación de Sehun? ¿Por qué durmió desnudo en la misma cama que Sehun? ¿Y por qué hay ropa esparcida por cada rincón del cuarto de Sehun?

Pasan unos eternos segundos y los engranajes de su cerebro se fusionan para llegar a la conclusión de que…

Luhan ahoga un grito y presiona su mano sobre su pecho, sintiendo el corazón latirle a mil por segundo. Lentamente, despega su segunda mano de la puerta y la dirige a su trasero, pasando del bóxer para pasar tres dedos por las partes más dolorosas. Repugnante.

Pero una de las yemas de sus dedos está manchada de sangre seca.

Espantado, el chico intenta decir una maldición, pero su voz se escucha cortada y ronca, como si tuviese disfonía. Y en verdad lo está, porque las palabras no salen de otra manera más que de esa. Observa el cuerpo dormido de Sehun y ganas no le faltan para lanzársele encima y golpearlo con lo primero que tenga a mano.

Pero entonces esas ganas de golpear a Sehun se esfuman de su interior y un sentimiento de confusión y desconcierto lo consume; sólo se queda en silencio, pensando en lo doloroso que es saber que su virginidad anal se perdió en una borrachera. Y con Sehun.

Su expresión cambia repentinamente y sale corriendo de la habitación, bueno, mejor dicho cojeando, arrastrando sus pies hasta llegar al baño, específicamente al inodoro, donde una segunda ronda de bilis es desechada. Es poco lo que sale de su boca, pero es suficiente para terminar de cagar la garganta de Luhan. Puede observar con una respiración tajante como los flashes de recuerdos se reflejan en la repulsiva agua sucia del retrete; hay besos y sonrisas pícaras, hay marcas en su cuerpo y fluidos corporales, hay todo y a la vez nada, porque esos recuerdos se van por la cañería cuando Luhan tira la cadena.

Levantándose del mármol frío que cala sus rótulas, Luhan aleja los dolores de su cuerpo y, luego de asearse como puede, camina a su habitación, aún sin poder emitir palabras coherentes más que gemidos adoloridos y roncos. Comienza a busca una maleta en su armario y de ese modo empaca todo; su ropa llena la maleta junto con sábanas, toallas y productos de baño, por lo que busca otra y, de repuesto por su falta de más mochilas y maletas, toma una bolsa de consorcio y la llena de cuadros de fotografías, su reloj y demás utensilios que quedaron en su habitación original, ya que en la universidad sólo tiene una pequeña parte de ropas y objetos que ni recuerda por qué llevó.

Quiéreme. [HunHan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora