Quiéreme. [HunHan]

Capítulo 20: La llave de su libertad.

—¡Oh Luhan!

El mencionado parpadea y se levanta de su silla, comenzando a caminar hacia el grupo de profesores que lo esperan con enormes sonrisas y un diploma de honor que Luhan acepta gustoso. Hay alumnos y familiares aplaudiendo, pero la mirada de Luhan sólo es consciente de la sonrisa brillante de Sehun, dirigida únicamente hacia él.

Tras terminar de saludar a los profesores que lo felicitan por las excelentes notas y le desean un exitoso futuro, Luhan vuelve a su asiento con un diploma de honor en manos y un acelerado corazón que late fuerte mientras observa el beso que Sehun le envía con sus labios.

Luhan espera pacientemente a que todo termine para poder abrazar a su hermano y ambos esconderse en la comodidad de su auto para besarse porque no puede aguantar un segundo más estando tan lejos de él.

Los demás graduados pasan lentos ante los ojos de Luhan y todo se torna aburrido, menos cuando Yifan sube para recibir su diploma y casi se cae de cara en el momento en que Tao se levanta de s asiento y le hace un corazón con sus manos y le grita que se ve muy bien en aquel traje. El rostro de Yifan se torna rojo ardiente y recibe el diploma de honor avergonzado. Park Chanyeol es el último y, cuando recibe su diploma, comienza a sonreír con alivio y se encarga de mostrarle el dedo medio a su profesora de Salud Mental por los meses de tortura que le hizo pasar; Baekhyun está sentado adelante y luego no lo está más porque Chanyeol lo toma del brazo y lo arrastra lejos del salón donde se ejerce la entrega de diplomas a los graduados de la universidad.

Aunque toma su tiempo, la ceremonia finaliza y Luhan se prepara para buscar a Sehun, cuando su madre aparece con una sonrisa falsa de madre vanidosa.

—Mi pequeño cielo, ¡estoy tan orgullosa de ti! —exclama y amenaza con abrazarlo pero el castaño se aleja lo suficiente como para repeler sus brazos. No se encuentra capaz de mirarla a los ojos sin sentirse enfermo y sabe en ese momento que jamás encontrará algún tipo de perdón para su madre, lo cual es lamentable.

—Estoy apurado, tengo que buscar mis cosas y también debo ayudar con la fiesta de esta anoche, así que nos vemos después, ¿de acuerdo? —sin esperar respuesta, Luhan sonríe forzadamente y camina apresurado hacia la entrada de la universidad, ingresando por ella, no sin antes mirar hacia atrás y mirar a su madre con el ceño fruncido. La ignora y entorna la gran puerta de entrada detrás de él.

Camina con su traje negro, camisa debajo y corbata larga, aún con su diploma en mano; su mirada observa cada movimiento que hay a su alrededor y busca una cabellera multicolor de colores profundos y unos hermosos ojos negros que sepan colarse debajo de su piel.

Alguien toca su hombro y cuando Luhan se gira para encontrarse con aquellos ojos negros, no tiene tiempo a emitir ninguna palabra porque sus labios son sellados por un beso fugaz que, poco a poco, se torna más íntimo y se involucra el uso de manos por parte de Sehun que se desvían a las nalgas de Luhan.

—¡Sehun!

—Miénteme en la cara y dime que no te gusta que te toque ahí.

Luhan se lo piensa un momento y observa el pasillo vacío, luego mira hacia las aulas sin presencia de vida humana en ellas y suspira.

—Tal vez tengas razón —murmura y camina hacia una de las aulas con un feliz Sehun que no quita ni un ojo de su presa.

~

Un domingo a la tarde, luego de la ceremonia de diplomas y el fugaz regalo de Sehun en una de las aulas de la universidad más la fiesta de graduación que resultó ser un éxito el día anterior, Luhan se despierta con la ropa húmeda y pegajosa, sintiendo de un inaguantable calor invadiendo cada parte de su cuerpo, lo que ocasiona más sudor en sus poros.