Capítulo 9: Niñeros.

5.6K 506 259
                                    

Luhan está un poco feliz. No sólo por la excelente nota que logró obtener en Farmacología I, sino porque Kyungsoo ha logrado mostrar una actitud diferente, dejando de lado su soberbia, y acercarse cada vez más a Baekhyun luego de superar el pasado de ambos y eso conllevaba a también acercarse a Luhan, hasta éste puede considerarlo un amigo, a pesar de la acidez del chico, cosa que Luhan no termina de comprender de por qué Kyungsoo es tan jodido.

Baekhyun, por su parte, muestra signos de no querer hablar con Luhan de su tema, Luhan tampoco desea entablar una conversación casual con el joven acerca de su pequeño sucio secreto.

Su pequeño sucio secreto. Sí, exactamente es eso, por ser inmoral y demasiado mal visto por la sociedad, mucho más cuando se trata de dos hermanos, ¡hombres!

Si no fuera por Sehun...

Sehun.

¡Sehun!

¿Sehun?

S...Sehun.

S-Sehun.

Con un suspiro de resignación, Luhan mueve su cabeza en forma de negación por el rumbo idiota que sus pensamientos toman, probando el nombre de Sehun en distintas formas, y presta atención a lo que sea que su madre le esté diciendo en ese momento, echando una casual mirada a Sehun que se encuentra junto a él, expectante de lo que la mujer que le dio la vida esté tramando.

—Muy bien... ¡aquí está! —como si se tratase de un circo de fenómenos, Yoora estira sus brazos al cielo y muestra la sonrisa más radiante que sus años le permiten. Ambos chicos se lanzan una mirada y luego la dirigen al enorme departamento frente a ellos, aquel que ella está señalando con tanto entusiasmo en sus ojos café.

Luhan lo observa con mirada crítica y examina cada parte de aquella construcción tan amplia, fresca y sólo un poco fina. Sin más de diez pisos, el departamento parece llamar la atención de Luhan de sobre manera porque sus curiosos orbes no se apartan de la vista frente a él. Sehun ya se aburre de mirar un edificio tedioso, y bosteza.

— ¿Y? ¿Qué hay con esto, mamá? —Sehun rompe el hielo, consiguiendo que su madre adopte una posición normal pero aún con aquella sonrisa psicópata y Luhan sólo puede dirigir su mirada hacia ella con cierta precaución.

— ¿No es obvio, cariño? —Sehun niega, sin tener la más pálida idea, y aunque Luhan tiene una vaga en su cabeza revoloteando como una hoja en otoño, se mantiene callado por el hecho de no tener nada qué decir—. ¡El D5 es el nuevo hogar de Luhan! —con un emocionado grito saliendo de lo más profundo de su garganta, Yoora toma a su primer hijo y le da un abrazo no correspondido.

— ¿Le compraste un departamento a Luhan? —pregunta crédulo Sehun, observando con recelo a su madre abrazar al mayor con la estúpida esperanza de ser correspondida.

— ¡Sí! —se separa de su hijo con dificultad y esta vez se dirige a Sehun, sin dejar de sonreír como enferma mental, o así lo veía Luhan en esos momentos—. Hasta te hacen una placa con tu apellido y nombre con el número de la vivienda del edificio.

Luhan la fulmina con la mirada y se aclara la garganta, retomando su lugar junto a Sehun sólo para sentirlo más cerca.

—Y calculo que tú pagarás la hipoteca, Yoora, porque no tengo un trabajo fijo para eso en estos momentos. —desde hace días, Luhan se ha dedicado a mencionar el nombre de su madre en lugar de llamarla cariñosamente por mamá. Y es en situaciones como esas en las que Luhan formula el nombre de la mujer con ira y rencor, más del que ya se almacena en su interior.

— ¡Oh, pensé en todo, amor! —ella exclama con coquetería, buscando en su bolso una fotografía que segundos de haberlos sacado se los extiende a Luhan—. Él es Hansol, el hijo del doctor Kim, y te aseguro que ganarás bien cuidando de él estas vacaciones.

Quiéreme. [HunHan]Место, где живут истории. Откройте их для себя