BOUNDLESS. [Larry]

III: Tres corderitos en la cueva del lobo.

— ¡Esto es Harlem! —gritó y extendió sus manos para alborotar a la multitud—.Preparados... —señaló esta vez a Zayn y Harry. El motor del Lexus LFA  se escuchó por sobre los gritos— Listos... —esta vez fue el turno del Subaru Impreza de Liam.

La rubia alzó sus manos para dar más dramatismo al ambiente. Todos estaban ansiosos, así que no los hizo esperar...— ¡Ahora! —Perrie bajo ambas manos dando señal de arranque y así fue como sucedió, sin embargo los nervios de Liam lo traicionaron. El Subaru Impreza había salido unos segundos después de lo que debía, dando una ventaja, aún más grande de la que ya tenía, a Styles.

A pesar de que Louis maldijo mil veces todo lo que paso por su cabeza, no se atrevió a reclamarle nada a su mejor amigo, sólo para no distraerlo. Además la velocidad que llevaba el auto era impresionante, lo cual demostraba lo mucho que Liam se estaba esforzando.

Pero todas sus ilusiones terminaban cuando vieron a Styles y a su amigo dando la vuelta mientras ellos estaban a una calle de eso.

—Deberíamos acelerar más, ¿no lo crees? —dijo Louis como no queriendo la cosa y esperando un reclamo pero sorprendentemente Liam no despegó la vista del camino y sólo se dedicó a subir la velocidad.

En el momento en que dieron la vuelta vieron que el carro de Styles ya estaba más lejos de lo que podrían ellos algún día estar. Podrían ser positivos pero sería imposible el poder llegar a alcanzarlos.

—Podría dar el último cambio ahora, sólo para alcanzarlos.

— ¿Estás loco? Recuerda lo que dijo Niall, Liam —Louis volteó a ver a Liam con cara de ingenuo. Quizás Louis era demasiado inexperto en cuestión de manejo, pero aun así intuía que todavía no era el momento exacto.

—Olvídalo, eso ya no será necesario —con una cara de confusión, Louis regresó la vista hacia las calles de Harlem y quedo boquiabierto con lo que veía.

Harry Styles estaba bajando la velocidad, sólo era cuestión de recorrer unos metros más para que pudiera dar su segunda vuelta. Sin embargo lo hacía a un ritmo normal y gracias a eso el Lexus LFA  negro se veía cada vez más cerca de Louis y Liam. Así que no desaprovecharon esa oportunidad e hicieron lo posible para alcanzarlos.

El carro de Liam ahora estaba a la izquierda del Harry, dejándolos a ambos al mismo nivel. Louis quería evitar voltear y darle  una sonrisa burlona al famoso rey de Harlem, porque estaba seguro que el muy tonto había hecho sus cambios mal y ahora un par de niños ricos le ganarían en su propio territorio.

Con más confianza hizo lo que quería y vio tanto a Harry como a Zayn sonriendo de una manera que le inspiró desconfianza, pero eso no lo detuvo a dar una gran sonrisa y grito cuando Liam dio la vuelta antes que ellos.

Los habían dejado atrás, sólo unos cuantos metros pero era una gran ventaja para ellos—. Eso fue increíble, Li. Los dejamos fuera.

—No debemos confiarnos porque eso de que estemos ahora  a la cabeza se me hace sospechoso.

—Tonterías —Louis volteó y vio el auto de Harry dando a penas la vuelta—. Ellos acaban de dar la vuelta y nosotros estamos en medio del camino antes de dar la tercera y última vuelta.

La excitación en la voz de Louis era imposible de ocultar, ahora que sentía lo que era estar a la cabeza de una carrera, su gusto por esas carreras comenzó a crecer. Estaba a unos pasos de devolverles toda la humillación a esos chicos de barrio.

Cuando regresó a acomodarse en su lugar Liam estaba a nada de llegar a la próxima esquina. Eso hizo que se olvidará por completo de sus rivales— ¡Da la vuelta ya! —ordenó Louis a Liam.