Walking red flag | Yeongyu

21

Beomgyu odia todo esto y, aunque no quiero que se sienta incómodo, disfruto verlo de mal humor y tímido. Mayormente de mal humor.+

Su tía me da una pequeña sonrisa mientras deja la canasta de bollos sobre la mesa, y Beomgyu se levanta la capucha para esconderse a plena vista. Aunque ya conozco a su familia, este es nuestro anuncio oficial de que somos pareja, y Beomgyu está muy enojado al respecto.

—Bueno, chicos, se ven lindos juntos —dice, sabiendo que eso irritará a mi novio. Beomgyu resopla. Y resopla de nuevo por si acaso.

—¿Lindo? ¿Lindo? —pone los ojos en blanco bajo su capucha—. Yo soy lindo. Él es un idiota. —Se acerca a mí y toma el pan sin gluten en lugar de los bollos.

Beso su mejilla solo para verlo sonrojarse, y joder, vale la pena verlo fruncir el ceño.

—Creo que somos muy lindos —le digo a su tía.

—Yeonjun sabe —dice Julie, sonriéndonos como si realmente fuéramos la pareja más linda.

—Sabía que esto sucedería —se queja Beomgyu, poniendo mantequilla en su pan y mojando todo el desastre en su sopa. Como el pan no contiene gluten, prácticamente se desintegra, lo que le molesta aún más—. Todos se ponen contra mí.

—Perdón porque me guste tu novio, cariño ¿Quieres que finjamos odiarlo? —su tía sirve la sopa.

—¿Qué es lo que se puede odiar? —Beomgyu gruñe con la boca llena—. Es rico, repugnantemente guapo, inteligente y tiene un complejo de Dios que no es saludable. Es básicamente un imbécil egoísta al que nada le importa una mierda.

—Gracias, bebé. —Le sonrío.

Pone sus grandes ojos en blanco y se sube las gafas.

—Y le gustan los apodos que me provocan náuseas —añade.

—Mm, te las provocan, ¿no? —no puedo evitar reírme y Beomgyu gime tan fuerte y durante tanto tiempo que todos empiezan a reír, pero cuando me mira con las mejillas rojas y fuego en los ojos, sé que pagaré por eso más tarde.

¿Y qué es lo que más me gusta de esto? Que Beomgyu sigue comiendo. Él sabe que lo voy a follar más tarde, y todavía toma su sopa y su terrible pan, lo que significa que estamos oficialmente en el nivel de confianza "sin preparación" en nuestra relación. Al menos a veces.

—¿Por qué estás tan de mal humor, Beom? —Gracie le pregunta.

—Porque besó a Yeonjun frente a toda una multitud de personas —dice Julie—. Y todos sabemos lo que siente por las muestras públicas de afecto.

—Son una forma inútil de mostrar algo que se disfruta mejor en privado. No necesito que el mundo sepa cuánto me afecta. Solo yo necesito saber eso.

—Dice el romántico al que le encanta ver a la gente enamorarse en la pantalla o leerlo en los libros —respondo, sin miedo a llamarle la atención por su hipocresía—.¿Por qué negarle al mundo nuestro romance?

—¿Qué es el romance, Yeonjun?

—Esta no es una clase de filosofía, Beomgyu. Ya sabes lo que es el romance. —Me inclino para darle otro beso, pero él retrocede. Él desliza su mano por mi muslo debajo de la mesa y agarra mi polla, mostrándome exactamente lo que él cree que es el romance.

—Compórtate —me dice mientras acaricia mi polla.

Intento concentrarme en comer, seguir la conversación y evadir el terrible humor de Beomgyu, pero en general, estoy más que feliz de que finalmente me haya traído a casa en sus propios términos, presentándome a su familia como su verdadero novio, y ni siquiera se queja demasiado de ello. Somos públicos en la escuela, mi papá sabe de nosotros, su familia lo sabe oficialmente ahora, y más tarde esta noche iremos a mi casa de fraternidad, como la llama Beomgyu, para que conozca oficialmente a algunos de mis compañeros.

Tengo autos caros, todo de marca, crecí en una mansión y tengo mucho dinero, pero nunca me he sentido más orgulloso de mostrar algo. Beomgyu es mío, yo soy suyo y nada se siente mejor que hacérselo saber al mundo.

—No muchos funerales tienen snacks —dice Beomgyu—. Y snacks sin gluten, aún más raro. —Se mete una galleta entera en la boca y se limpia las migajas en la parte de atrás de la manga de su camisa de vestir—. Por lo general son más para las visitas ¿Listo?

—¿Para ir a casa?

—No —resopla—. Quiero ir al cementerio en este. —Saca las llaves del coche de mi bolsillo y entra y sale furtivamente del guardarropa tan rápido que ni siquiera tengo la oportunidad de seguirlo hasta allí. Sale con nuestras chaquetas y una sonrisa llena de actitud.

—Pero los guardarropas son lo nuestro. —Hago pucheros sacando el labio inferior.

—No pasará nada en el guardarropa donde trabajo, Yeonjun. Vamos. —Me arrastra afuera y no me importa en lo más mínimo.

Encendemos las luces de emergencia, conducimos en la procesión, observamos cómo bajan el cuerpo de un hombre de mediana edad al suelo en su elegante ataúd, y luego Beomgyu inclina su espalda contra mi pecho y agarra mis brazos, envolviéndolos alrededor de su cuerpo.

Está un poco emocionado, así que apoyo mi barbilla en su cabeza y ya no creo que sea extraño tener citas en funerales. Me ha corrompido completamente.

—¿Y ahora qué, bebé?

Beomgyu se gira en mis brazos, se pone de puntillas y me besa suavemente mientras hay otras personas alrededor. Me toma tan por sorpresa que me olvido de disfrutarlo, pero cuando toma mi mano y entrelaza nuestros dedos en una exhibición épica de afecto en público, me derrito por él.

—Este es un buen lugar para caminar y mis piernas no están cansadas hoy. —Me mira como si fuera culpa mía por no haberlo follado lo suficientemente fuerte anoche.

—Sigue mirándome así y haré que me montes todo el tiempo. —Le aprieto la mano y él intenta ponerse la capucha o bajarse la gorra, pero lleva ropa de funeral y no tiene nada de eso. Obtengo una vista completa de sus mejillas rojas.

Mientras caminamos, Beomgyu se queda callado, lo que normalmente significa que está preparado para decir algo. Mantengo nuestras manos entrelazadas, mi boca cerrada y mi paso lento para que se sienta cómodo. Hay muchas cosas que he aprendido sobre Beomgyu, y una de ellas es que no hará nada si lo obligan. Aparte de salir conmigo.

—La próxima semana es el aniversario del día en que apresaron a mi padre —dice finalmente—. Solo te lo digo porque a veces lo paso mal. —Sus ojos me miran fijamente.

—¿Por la depresión?

—Sí.

—Bueno ¿Puedo hacer algo para ayudar? ¿O algo que quieras que sepa de antemano?

Beomgyu inhala por la nariz y luego se detiene abruptamente.

—Todavía soy un desastre a la hora de aceptar el afecto cuando estoy triste, Yeonjun. Pero... pero creo que quiero que lo intentes. Te dije que confío en ti para saber cuándo realmente hablo en serio, y todavía es así. Creo que sabrás cuando necesito que retrocedas de verdad.

—Me estoy volviendo bueno leyéndote, pequeño. —Le sonrío y lo atraigo contra mi pecho.

Me rodea con sus brazos y apoya su mejilla contra mi chaqueta.

—Eso solo significa que pronto tendré que hablar un nuevo lenguaje corporal. No puedo tenerte demasiado cómodo.

—Muero de ganas de decirte que te amo.

—Cállate ¡Cállate, Yeonjun! No me hagas llorar cuando pasé todo ese funeral sin una sola lágrima. —Aunque él aprieta sus brazos a mi alrededor—. No tienes permitido decir eso todavía.

—No lo hice. —Me río por encima de su cabeza—. Solo dije que moría de ganas.

Murmura algo que suena como si yo también muero de ganas contra mi pecho, y luego comienza a despotricar sobre lo impaciente que soy y que eso probablemente significa que no sobreviviré un año entero.

Oh, lo lograré. La vida con Beomgyu se convirtió en mi único objetivo.

Funerales, cementerios, red flags, debates de filosofía, rarezas, reglas en constante cambio y todo. Nunca he sido jodidamente más feliz.