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Borracho pero un poco más lúcido, tomo una canasta de papas fritas y bebo mi tercer café. Es una combinación extraña, pero la cafeína y la grasa ayudan.

—Mira, yo estoy a favor de emborracharme y fiestar, pero tú simplemente te emborrachaste y te obsesionaste. ¿Qué está pasando, Yeonjun? —Soobin se recuesta en la cabina.

Este lugar está extrañamente lleno a las dos de la mañana, pero así se siente más seguro. Escondiéndome entre la multitud o algo así.

No me avergüenzo de mi sexualidad, simplemente surgió en mí sin darme mucho tiempo para pensar en ello. Como dije, miré antes, pero nunca tomé acciones. Nunca tuve el impulso para actuar hasta que Beomgyu se emborrachó con tequila en un armario de abrigos. Puedo desahogarme con Soobin, ese no es el problema. El problema es que no tengo idea de qué decir porque no tengo idea de lo que realmente me está pasando. Tiene razón, me emborraché y me obsesioné, y eso no es... hah.

—¿Qué dirías si te dijera que no soy exactamente... heterosexual? —lo miro, tímido, pero un poco demasiado emocionado para que me importe.

Se encoge de hombros y se lleva la taza a los labios.

—Yo diría que está bien. —Él ríe—. ¿Me estás diciendo que no eres heterosexual?

—Supongo —admito.

—¿Bi?

—Tal vez. —No sé. Todavía no he tenido tiempo suficiente para ponerle una etiqueta. Toda mi vida he estado con mujeres, y ahora que he probado a un chico por primera vez, mis ojos realmente no están vagando hacia ninguna parte. Ni a las chicas. Ni a los chicos. Ni a nadie.

Solo busco a un pequeño rubio con gafas.

—Continúa —dice Soobin, indicando a la camarera que se acerque para volver a llenar su taza. Ella llena nuestras tazas y yo agrego crema a mi café mientras Soobin me espera.

—Sigues preguntándome con quién me escabullí.

—¿Era un chico? —él pregunta. Asiento con la cabeza.

—Sí. Este tipo llamado Beomgyu.

Se inclina hacia adelante, con los codos sobre la mesa.

—¿Te estás volviendo loco por eso? ¿Es por eso que mentiste al respecto? ¿Fue tu primera vez con un chico?

—La primera vez, sí. —Golpeo mis dedos contra la taza—. No estoy asustado, de verdad. No quise mentir por ningún motivo, simplemente no sabía qué decir.

—¿Entonces, cuál es el problema? —pregunta Soo—. ¿Algo salió mal? ¿No fue bueno?

Me paso las manos por el pelo y por la cara, recuperando la sobriedad, pero muy confundido.

—No salió nada mal. Fue... joder, fue bueno. Demasiado bueno. Jodidamente bueno.—Lo miro y encuentro una gran sonrisa en su rostro—. Vete a la mierda.

Soobin suelta una carcajada.

—Solo estoy tratando de imaginarlo —se ríe de nuevo—. Eres activo, ¿verdad? Tienes vibras de activo.

—¿Cuáles son las vibras de activo? —me burlo. Sí, definitivamente activo. Una vez más, no había tenido tiempo de ponerme esa etiqueta, pero con Beomgyu, los roles simplemente habían sido asumidos y nunca se habló de ellos, aparte de que él me decía que no podía comer—. Sí.

—¿Entonces qué? ¿Ahora estás enganchado a este tipo? Nunca antes te había visto enganchado a nadie.

—Sí. Supongo. Lo quiero de nuevo, pero está siendo... jodidamente evasivo.

Walking red flag | YeongyuWhere stories live. Discover now