Walking red flag | Yeongyu

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Vestido con pantalones negros y una camisa gris carbón (porque, según mi padre, es de mal gusto usar el mismo atuendo para una visita y luego para un evento), hago la larga fila para presentar mis condolencias a la familia de June. Hay cientos de personas aquí, y ricos o pobres, todos tenemos que esperar nuestro turno para eso. 

—Ese tipo de Oakview se retiró de este fin de semana —dice Soobin mientras avanzamos arrastrando los pies—. Bueno, yo lo hice retirarse. Se rompió la muñeca y la gente no apuesta por un espectáculo a medias, ¿sabes?

Lo sé. Soobin y yo trabajamos juntos para organizar las peleas. Mi teléfono ha estado explotando toda la mañana con gente que quería ocupar el puesto de ese tipo. Ninguno de ellos está en la categoría de peso adecuada todavía.

—Necesitamos a alguien grande. Literalmente grande. Estará peleando contra Romano, y ese idiota pesa cerca de 130 kilos de músculo. —Sonreímos a las personas mayores y hablamos en voz baja—. Yo lo haré si no podemos encontrar a nadie.

Soobin se ríe de mí.

—¿Qué? ¿Crees que estás cerca de ese peso?

Ni siquiera cerca.

—No, pero puedo defenderme. —Aunque probablemente no en esa categoría de peso—. Soy más rápido que él.

—Joder, puedes defenderte —está de acuerdo—. Pero no puedes estar golpeado y magullado para el domingo.

La familia de June está organizando una celebración de la vida el domingo. No es un funeral, porque eso es mañana, pero a los ricos les encanta hacer contactos, y nuestros papás requieren nuestra presencia en todos los eventos. Somos la próxima generación rica y nunca es demasiado pronto para empezar a hacer contactos. La verdad es que estoy harto de todos los eventos, de las sonrisas falsas, de la multitud en trajes y de hacer contactos.

Solo quiero obtener mi título, ser un idiota en la universidad, emborracharme y follarme a chicos lindos con gafas.

Meto las manos en mis bolsillos, jugando con la llave de una motocicleta que nunca he conducido. Nunca dejo las llaves en casa donde papá pueda encontrarlas, por si acaso. La moto fue un regalo de mi tío, el hermano de mi papá, y si mi papá se entera, provocará una guerra mundial. Por eso la mantengo conmigo, como un vínculo con mi tío, que sería un mejor padre que el mío... sin embargo, nunca he aceptado sus ofertas porque tampoco puedo descartar completamente a mi padre. Algo me detiene y me hace querer ver más en mi papá.

Mi tío Taehyung es presidente de su club, al igual que mi papá es presidente en sus círculos, pero sus personalidades y actividades extracurriculares no pueden ser más opuestas. Papá es empresario de clase alta y delincuente de cuello blanco. El tío dirige un club de motociclistas en la ciudad vecina; es un buen ciudadano y un criminal sutil. Mi papá lo ve como una escoria sucia, y mi tío ve a mi papá como un traidor de la alta sociedad. No se llevan bien. Aun así, la oferta siempre ha estado ahí por parte de mi tío. Pero papá me mataría si lo traicionara. Papá mataría a mamá para motivarme.

—Lo resolveremos después de esta mierda esta noche —le digo a Soobin—. Envía un mensaje de texto masivo y haz que todos los chicos que cumplan con los criterios se presenten a una prueba.

Soobin asiente mientras avanzamos a paso de tortuga.

—Habrá toneladas de personas que se presentarán. Genial. —Él se ve envuelto en una conversación con un doliente que pasa, y yo asiento cortésmente, jugando con la llave en mi bolsillo hasta que alguien capta mi atención.

Allí mismo, recogiendo tazas de café y pañuelos sucios en una bandeja, vestido con un traje negro con el logo de la funeraria en la izquierda de su torso, el cabello arreglado y gafas, está Beomgyu.